Rey Josías y el libro de la ley, biblia, estudio, ensayo
Rey Josías y el libro de la ley, Biblia, estudio, ensayo.
Hemos dado en llamar este artículo como los libros de Josías, debido a que como consecuencia de su reforma religiosa, surgieron varios textos acomodados a su filosofía estatal, que abarcan siete textos, bastante disímiles en su forma pero en su fondo conservan bastante homogeneidad: Deuteronomio, Josué, Jueces, 1ª y 2ª de Samuel, 1ª y 2ª de Reyes.
Comienzan con un sonoro discurso de despedida del caudillo Moisés y su reiteración en la Ley proclamada; cuenta la historia canónica de Israel según el prisma monoteísta y unificado que estaba en boga, llegando hasta la caída de Judá. En todo momento se reconoce la vigencia de otros cultos politeístas y la posibilidad de apostasía por parte del pueblo hebreo, pero se sostiene la superioridad del culto a Jehová, así no se perciba una victoria nítida y duradera. Para garantizar la estabilidad del culto se instituye la Ley donde se legisla exhaustivamente contra la herejía.
¿Que tiene en común? Predomina la noción de la justicia divina o la retribución del creador con su pueblo: las desgracias de Israel son la consecuencia directa de sus faltas y alejamiento del Señor (las más graves de las cuales fueron los crímenes de los últimos reyes de Judá, destacando los de Manasés). No obstante en el fondo de esta reflexión se reconoce que si Judá permaneció más tiempo ajena a la dominación extranjera que su homólogo del Norte se debió a los méritos de su fundador, David, modelo de obediencia a la voluntad divina (idealizando de paso su figura, hechos y entorno).
El pecado acumulado y cometido debía ser expiado ya no por los métodos hasta entonces tradicionales, porque el Templo había desaparecido: ahora se oraría por la reconstrucción del Templo y la reanudación de los sacrificios. Estas dos ideas se erigen soberanas en el Salmo 51 (RV 1995 Edición de estudio), toda una oración colectiva de los cautivos: Ten piedad de mí, Dios…borra mis rebeliones… Purifícame con hisopo y seré limpio…hazme oír gozo y alegría…Devuélveme el gozo de tu salvación y espíritu noble me sustente. Entonces enseñaré a los Transgresores su camino y los pecadores se convertirán a ti… Haz bien con tu benevolencia a Sión. Edifica los muros de Jerusalén. Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo quemada; entonces se ofrecerán becerros sobre tu altar.
Se ha configurado una creencia en la virtud redentora del sufrimiento. Y para cerrar estos apuntes, un versículo de la biblia donde se establece hasta qué punto hay que preservar las costumbres adquiridas: "Si aun tu propio hermano, o tu hijo, o tu hija, o tu esposa amada, o tu más íntimo amigo, te empuja en secreto a dar culto a otros dioses que ni tú ni tus padres conocieron, como son los dioses de los pueblos que, cercanos o lejanos, los rodean de un extremo al otro de la tierra, no te sometas a sus deseos ni le hagas caso; ni siquiera tengas compasión de él; no le tengas lástima, ni lo encubras; al contrario, mátalo. Y tú serás el primero en levantar la mano contra él, y después de ti hará lo mismo todo el pueblo. Apedréalo hasta que muera, por haber querido apartarte del Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, donde eras esclavo. De esta manera todo Israel lo sabrá y tendrá miedo de volver a cometer una maldad como esta". (Deuteronomio 13:7-12, Dios Habla Hoy, la Biblia de Estudio).
Ver: Josías
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