Para que creamos argumentos, para que sirven, propósito, razón de ser: convencer, persuadir
Para que creamos argumentos, para que sirven, propósito, razón de ser: convencer, persuadir.Los argumentos consisten en al menos dos afirmaciones, afirmaciones que son verdaderas o falsas, que se ofrecen para un propósito específico, es decir, para convencer o persuadir a un oyente o lector. Los argumentos están relacionados con la persuasión, las actividades de convencer y de "catequizar".
Estas son actividades muy familiares para todos nosotros. Apenas pasa un día sin que alguien intente convencernos de algo. Los padres y amigos intentan convencernos de cuidar mejor nuestra salud, los anunciantes intentan convencernos de comprar sus productos o los candidatos políticos intentan persuadirnos sobre cómo votar. La lista de ejemplos podría continuar sin fin.
¿Recuerda algo de lo que alguien ha tratado de convencerte, algo que debes hacer o creer en los últimos días? Tome nota de este ejemplo porque volveremos a él.
Si bien los argumentos pretenden convencer, esto no significa que todos los intentos de convencer sean argumentos. La mayoría de nosotros usamos y encontramos una variedad de métodos de persuasión. Un padre puede usar un simple gesto o expresión facial para persuadir a un niño a abstenerse de un comportamiento específico; los anunciantes a veces intentan convencernos de comprar sus productos con anuncios que representan a un niño o mascota lindo, un hombre guapo o una mujer bonita y el nombre de su producto. A veces las personas intentan persuadir manipulando el lenguaje de varias maneras, como por medio de amenazas y halagos, o llamando nombres de personas que tienen asociaciones emocionales poderosas, o frases que insinúan o sugieren reclamos.
Tales esfuerzos para convencer no son argumentos. Los argumentos pueden distinguirse de estos otros tipos de persuasión porque proporcionan razones para aceptar la conclusión.
Recuerda: Debería ver que puede identificar el problema al convertir la conclusión en una pregunta.
Para determinar la conclusión, pregúntese: "¿De qué está tratando de convencerme este escritor o locutor?"
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