Belleza, cosmética, amor, relaciones de pareja en el Antiguo Egipto; costumbres

Belleza, cosmética, amor, relaciones de pareja en el Antiguo Egipto, historia; costumbres, sexualidad, fertilidad y anticoncepción.

A muchos nos causa curiosidad esto de saber sobre la belleza y sexualidad en el antiguo Egipto. Este artículo es fruto de ese querer saber y querer compartir lo encontrado.

La belleza en el antiguo Egipto, un rápido repaso a la cosmética en este cultura de la antigüedad y a los conceptos de bello dentro de la misma.Todos los dias me devano la cabeza tratando de entender un poco más a nuestros antepasados y a esas grandes culturas. Pues se me ocurre que hablar de esta temática, quizás me permita entender un poco más a los egipcios. Entremos en materia.

Resulta interesante destacar cómo la cosmética jugó un papel relevante para los faraones y los grandes dignatarios del pueblo del Nilo. Las pelucas estaban de moda para ellos, tanto así que las usaban por igual hombres y mujeres, que preferían rasurar su cabeza para ostentar distintos tipos de peinados y cabelleras, para cubrirsen del sol (aunque no faltaba la excéntrica que teñía sus cabellos con henna para sentirse bella. Se habla de las mascarillas y creaas que usaba Cleopatra para destacar su belleza, si bien los entendidos opinan que era muy sensual pero no muy bella. Destacaban así mismo los antiguos egipcios sus ojos, a delinearlos con una sustancia negra a base de plomo (que seguramente seria hasta tóxica) llamada Khol; en sus párpados ponían colores como verde o turquesa.

¿Cual podría ser el ideal de belleza para los egipcios antiguos? Podemos guiarnos por las representaciones de los faraones para darnos cuenta de su prototipo de belleza masculina: vendría siendo sujetos esbeltos, altos, de músculos marcados sin exagerar en masa muscular,( los gordos nada que ver), ojos grandes y almendrados, labios gruesos y carnosos. ¿El ideal de belleza femenino? Cuerpos esbeltos con ojos almendrados y grandes, labios carnosos, senos firmes (o sea que los pechos grandes no eran muy gustosos dentro de esta cultura de la belleza), piel tersa y suave (¿o han visto por casualidad representaciones abundantes de rostros femeninos con papada y granos dentro de la iconografía egipcia?) y piernas delgadas. El derriere desarrollado ni las caderas voluminosas, por lo visto, no eran tan cruciales para impactar al ojo masculino.

Por supuesto los antiguos egipcios se consentían frente a los espejos que, generalmente eran de bronce con mangos de papiro, gustaban vestirse con trajes de lino, no solo por lo frescos sino por la elegancia del mismo color; tan importante era la cosmética para ellos que los sacerdotes eran unos grandes estudiosos de estos temas, sobre todo pensados en términos del viaje al más allá.La skenti eran faldas sencillas que se sostenían por una correa a la cintura; la kalasiris era ya un vestido recto con un único corte de tela.

Dicen los expertos en egiptología que la cirugía plástica hizo sus primeros pinitos en las tierras regadas por el Nilo. Por ejemplo, Imhotep dejó registros de varios casos de fracturas nasales y de las respectivos correctivos que podían aplicarse para mejorarlas.

El sexo en el antiguo Egipto estaba atado inevitablemente a su desarrollo cultural y religioso. Es así como tenemos en el Egipto predinástico que las sacerdotisas acompañadas de eunucos, hacían rituales orgiásticos en honor de la diosa madre[1]. Dichas sacerdotisas se masturbaban con objetos artísticos que representaban falos; empleaban así mismo los llamados alabastrones (el material de su construcción era en alabastro[2]) en forma de penes, sirviendo no solo de consoladores ceremoniales sino también de talismán. Esto explicaría porqué el término alabastro pasara al griego con el significado de insaciable.

Las edades normales en que los habitantes del antiguo Egipto se casaban era: las mujeres, entre los 12 y los 14 años, los varones, hacia los 16.

Durante el imperio antiguo, el faraón era el único varón que podía tener varias esposa legítimas, dentro de las cuales habían jerarquías puesto que todas no podían ser reinas, únicamente alcanzaban el solio faraónico (es decir, ser esposas del faraón) las parientes y familiares del mismo.

También durante el imperio Antiguo de Egipto sabemos de la existencia de las palácidas, hermosísimas mujeres hijas de las mejores familias que se dedicaban a la prostitución sagrada. A las mujeres de la “vida fácil” o prostitutas se les decía “kat tahut”. Pero habían mujeres para todo, por ejemplo las había expertas en la felación o en hacerle sexo oral a los hombres, a ese tipo de mujeres se les decía felatrices.

¿Cómo distinguir a una mujer fértil de una infértil? Ah, bastante sencillo. Se hacía un amasijo de sandía y el fruto del sicomoro revuelto con leche materna, si la dama cuestionada vomitaba definitivamente era fértil, de lo contrario era estéril. Otra prueba para determinar la fertilidad de las damas consistía en insertar un diente de ajo en la vagina de la mujer durante toda la noche[3], si al otro día la mujer en cuestión tenía halitosis de ajo, pues tendría hijos la egipcia respectiva, de lo contrario, pues era estéril. Pero todo el asunto de fertilidad e infertilidad no paraba ahí; suponían los egipcios que las feas tendían más a ser estériles que las bellas, vaya uno a verificar la fiabilidad de la información….

Seguimos con las curiosidades. Tenían los antiguas egipcias un método anticonceptivo muy particular (obvio, no era el único), y consistía en untar su vagina y labios vaginales de un ungüento basado en estiércol de cocodrilo. Supongo que funcionaba de maravillas porque no creo que sea afrodisiaco ni el olor ni la textura del excremento de estos reptiles (mejor dicho dudo que al sujeto le dieran ganas de insertar su pene en esas condiciones higiénicas dentro de la vagina de su amante compañera). Otro sistema espermicida empleado por ellas era untar su vagina con miel y luego insertarse allí mismo semillas de acacia, debido a la alta concentración de goma arábiga, servía como espermicida.

Dentro de las posturas sexuales habituales entre ellos tenemos cuatro. La postura del misionero, el hombre arrodillado y la mujer boca arriba, o ella apoyada en sus extremidades, ambos acostados pero ella dándole la espalda al varón. Así nos alarmemos era claro que disfrutaban del sexo anal y el onanismo o la masturbación masculina era un asunto religioso[4].

Otro de los gustos particulares de nuestros antiguos egipcios era la necrofilia, tanto, que para prevenir estos actos con sus muertitas solo entregaban el cadáver de las damas a los embalsamadores hasta cuando estuviera en avanzado estado de descomposición, de tal forma que no le dieran muchas ganas de propasarse al embalsamador.

Dentro de los escándalos sexuales (bajo nuestra pacata visión) tenemos que el incesto estaba a la orden del día, como cuando Akenatón se casó con dos de sus seis hijas (eso dicen algunos autores).

¿Cómo saber si las egipcias estaban embarazadas? Pues la prueba de embarazo más efectiva para los egipcios era orinar sobre granos de cereales, si estos germinaban pues la dama estaba gestando, de lo contrario no estaba embarazada; pero además, al no haber ecografías ni algo por el estilo tenían sus sistema para saber el sexo del feto que venía en camino: si germinaban primero los granos de cebada, era un varoncito; si lo hacía el trigo, era una niña. Fueron las mujeres egipcias quienes le dieron el toque erótico a los peinados y luengas cabelleras que conquistaban a los incautos varones.[5]

[1] Véase también: El y Asherah en la religión fenicia; gran himno a Atón
[2] Piedra blanca, no muy dura, compacta, a veces traslúcida, de apariencia marmórea; usada para hacer esculturas o elementos decorativos en arquitectura (Drae 1999)
[3] No lo recomiendo como ducha vaginal, eso espanta hasta vampiros.
[4] Véase: Escuela teológica heliopolitana: (Siglos XXV-XXIII a.C.)
[5] Bibliografía consultada: El sexo y el amor en la historia. Suplemento de la revista Muy Interesante No 278, Mayo del 2004. G y J ediciones, Madrid.