Americo Vespucio, biografia, historia, viajes, quien era, obras, América
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Americo Vespucio es vital para entender porqué nuestro continente se llama América y no de otra forma. De ahí que hayamos elaborado esta biografía, como tributo a este gran personaje.
PRIMEROS AÑOS
El nombre Amerigo es la versión Toscana de Amalarico, Aymerillot y Amaury. La razón por la cual recibió ese nombre, se debe a que su abuelo se llamaba Amerigo.
Nació Americo Vespucio en Florencia Italia en el año de 1454 (22 de febrero, 18 de marzo según otras fuentes), descendiente de una familia oriunda de Peretola, pero que ya hacía seis generaciones había migrado a Florencia. Tuvo por uno de sus ilustres vecinos a la familia Filipepi, una familia de curtidores (los cueros florentinos eran muy famosos). Mariano Filipepi tenía ocho hijos y el menor se llamaba Alessandro, pero cariñosamente le decían Sandro. Este, al crecer le decían “Boticcelli”[1], la historia lo reconocerá efectivamente como Sandro el de Boticello o Sandro Boticelli.
El apellido Vespucci es un nombre formado a partir de “vespa” o avispa; así lo recuerda el escudo de armas de la familia. Resulta irónica la asociación entre avispas, flores y Florencia “árbol florecido”. Miembros destacados de la familia Vespucci fueron: en 1426, Piero Vespucci quien fue uno de los tres cónsules del mar y luego inspector del puerto de Pisa; Bernardo Vespucci, amigo íntimo de Pier Francesco de`Medici. [2]
Americo Vespuci nació cuando moría la edad media. Hacía parte de esas familias del vecindario que se habían asociado tras un recinto amurallado, en una comunidad de trabajadores formando una república. La pujante burguesía iba dando su colorido particular a la historia de Florencia. La familia Vespucio, desde Simone, en 1388 había hecho fortuna con la seda. Sus descendientes siguieron el comercio y dondequiera que los Médicis tuvieran bancos (Roma, Milán, Pisa, Génova, Venecia; Lyon, Amberes, Brujas, Aviñón, Lubeck, Ginebra y Londres; y en Valencia y Barcelona), trabajaron ellos.
Florencia era todo un lindero entre Oriente y Occidente; era tema común la necesidad de comunicarse con Arabia, Persia, India y China. La corporación del tráfico de especias cobijaba a pintores, médicos y farmaceutas. La razón más obvia era que estos exóticos países se traían las sustancias para teñir los paños, las especias y las plantas para preparaciones farmacéuticas.
En Florencia el despertar del humanismo era una consecuencia lógica de ser un punto de intercambio obligado, un pasadizo de los filósofos griegos que venían de Constantinopla.
Era su padre Stagio Vespucci (Ser Nastagio (Anastasio)), un hombre de 28 años, sin casa propia, pero con muchas ambiciones, de profesión notario, como su padre y su abuelo respectivamente[3]. Llevaba los negocios de algunos curtidores de cueros y era padre de Antonio, Girolamo y ahora de Americo. Tres años después se incrementaron los hijos vivos a cinco, con la venida de Bernardo y Agnoletta[4].
Poco tiempo después entró a notario de la Señoría.
El nombre de su madre era Elisabetta pero usaban con ella el diminutivo “Lisa” (Mini Lisabetta). A las señoras se les decía Mona, luego no es extraño que se refieran a ella como Mona Lisa. Como características destacables para nuestra biografía hemos de decir que era mas joven que Stagio y que de acuerdo a la educación de la época, tenía todas sus esperanzas y afectos en el primogénito, Antonio, el único que fue enviado a la Universidad, en Pisa.
Cuando Americo tenía cinco años el papa Pío II vino a Florencia predicando una cruzada contra los turcos. Con ocasión de este recibimiento, se organizaron justas de las cuales hizo parte su pariente Piero, siendo uno de los siete campeones según los cronistas, de la brigada de Lorenzo el Magnífico.
De su educación inicial se hizo cargo su tío Giorgio Antonio[5], entusiasta del estudio y hermano menor de su padre (ocho años menor que Stagio): ambos cultivaban la pasión por los libros y el latín. Giorgio Antonio permanecía célibe y tenía fuerte inclinación religiosa, pasando de canónigo de la catedral a fraile dominicano. Y solo para destacar el cúmulo de buenas relaciones que tenían los Vespucio, digamos que de Giorgio Antonio, Ghirlandaio hizo un retrato en 1473.
Al lado de su tío aprendió latín y moral, gramática y humanidades en general. Fue al lado de Giorgio Antonio que Americo empezó a soñar y a conocer de geografía, a encontrar la explicación de las cosas y a no tragar entero; de su sapiencia bebió también sobre política. Recibió clases de Giorgio Antonio inclusive Piero Soderini, el gonfaloniero, a quien hará depositario Amerigo de su carta de los descubrimientos del Nuevo Mundo.
[1] Alusión a Juan Filipi, a quien decían el Boticello porque era muy proclive a la bebida y parecía un barril.
[2] Quien en 1464 fuera nombrado capitán de las galeras florentinas que viajaban a Sicilia; diez años más tarde era nombrado capitán de Livorno y comisario de Pisa
[3] Por supuesto pertenecía al gremio de notarios y jueces.
[4] Parece que falleció muy joven, dado que en el catastro de 1470 ya no se menciona.
[5] Había estudiado con Filippo de ser Ugolini Pieruzi, quien entre otras cosas había sido confidente de Toscanelli. Su tertulia había disertad muchas veces sobre astronomía, navegaciones, la forma de la tierra y los límites de los mares.
1478-1489
Vimos ya la infancia de Amerigo Vespucci, ahora vamos a ubicarnos temporalmente en Florencia, año de 1478.
Los juegos de poder hicieron que ocurriera la llamada conjura Pazzi en tiempo de Lorenzo de Medici. Las implicaciones para nuestra narración son claras: Piero Vespucci (Primo de Americo) le facilitó la fuga a Napoleone Franzesi, uno de los implicados en el crimen, siendo comisario en Pisa (y hombre de confianza de los Medici). Fue torturado y puesto en prisión para que confesara. Con el tiempo fue desterrado. El arzobispo de Pisa, Francesco Salvati[1] estaba involucrado y fue ahorcado; el cardenal Rafaelo Riario, quien oficia la misa, fue puesto en prisión. El Conde Girolamo Riario, tío del prelado (y sobrino a su vez del Papa Sixto IV) y enemigo de los Medici promueve entonces la guerra contra Florencia. El Papa por supuesto indignado por el proceder contra dos miembros de la jerarquía católica aprovecha para amenazar también a la Florencia de Amerigo Vespucci. Esta amenaza incluyó una bula papal y prácticamente la guerra. Del lado papal se unieron las tropas del Conde Riario al del rey de Nápoles y formó bajo la batuta del duque de Calabria. Lorenzo en Magnifico se asoció al rey de Francia y al duque de Milán. Uno de sus movimientos diplomáticos subsiguientes fue cambiar al embajador Acciaiouli de Roma a Milán y a París. En su reemplazo envió a Guido Antonio Vespucci. Posiblemente haya llevado a su lado a Amerigo (Americo), su sobrino para hincarlo en las artes diplomáticas. Al fracasar la misión (de obtener la paz con Roma), es nombrado como sustituto de nuevo de Acciaiouli quien falleció; Guido Antonio lleva a Amerigo como amanuense[2] de confianza[3]. Estamos ubicados en los años 1479-1480, en París.
Nuestro personaje, Americo Vespucio tenía entonces 24 - 26 años.
Las consecuencias de la conjura Pazzi continuaban: el papa había hecho confiscar las propiedades de los Medici en París y transferirla a mano de los banqueros genoveses Domenico Centurione y Giovanni Doria. La misión de los Vespucci era pues lograr que el rey de Francia confiscara a su vez los bienes de los Pazi y cerrara sus bancos. Otra importante misión era reclamar por los asaltos que el Corsario Colombo[4] hacía a las naves florentinas, amparándose en la bandera de Francia. Pero Lorenzo el magnífico en un golpe de astucia personal hizo las paces con el rey de Nápoles y solo restaba hacerla a su vez con Roma. Guido Antonio y Amerigo hubieron de regresar a Florencia para, marchar de nuevo a Roma (su tío solo). Años 1481-1482. Amerigo, recomendado por su tío a Lorenzo de Medici; su padre Stagio estaba viejo y disminuido y Amerigo se puso al frente de los asuntos familiares. Fallece Stagio. Su tio Giorgio Antonio[5] entra al servicio de los Medici “popolanos”[6], opuestos a los Medici oligarcas (liderados por Lorenzo, gran estadista pero mal negociante particular). Amerigo Vespucci es el encargado de tener el cuidado de la casa de Lorenzo de Pier Francesco Medici, de sus negocios como hombre de confianza.
La gente el Florencia discutía permanentemente sobre geografía, la posibilidad de un cuarto continente, los viajes de los portugueses, las antípodas, las regiones habitables, etc.
Si bien los Medici no tuvieron bancos en Sevilla[7] y Barcelona, si acostumbraban tener allí personas de confianza para que compraran lanas, cochinillas, almendras, caballos, o mulas; también para vender brocados y paños, por ejemplo. El representante de lo “popolano”, Tommaso Caponi, estaba presentando cuentas confusas sobre los negocios de terciopelos, satines, damascos y tafetanes; parece que Caponni ponía a trabajar su dinero junto al de los Medici y fuera de eso involucraba los intereses de Francesco y Giovan Battista Taddeo. Un comisionado de los “popolano”, Donato Nicolini proponía reemplazar a Caponi por Gianetto Berardi. Pues bien, Amerigo Vespucci fue encargado de solucionar todas estas minucias y verificar la credibilidad de Berardi para ocupar el cargo de Caponi. Para ello debió desplazarse a Sevilla. Fue gracias a estos negocios que Amerigo fue a España. De no haber sido así, tal vez no estábamos escribiendo estas líneas. Año 1489, meses de septiembre-noviembre.
Amerigo verificó los antecedentes de Berardi, de quien se hizo muy amigo y por vez primero olfateó que había condiciones como para lanzarse él mismo a comerciar independientemente. Este Gianetto Berardi era muy amigo a su vez de otro genovés admirador de Toscanelli: Cristobal Colón. Berardi, por supuesto simpatizaba con las ideas de Colón.
[1] Odiaba a Lorenzo de Medici porque este le había impedido ser Obispo de Florencia, haciendo nombrar en cambio a su cuñado Rinaldo Orsini.
[2] Las embajadas se componían de un oratote (embajador), un canciller (notario y secretario) y un giovane (agregado). Amerigo Vespucci iba como giovane, en primera instancia.
[3] Dice Arciniegas: “para un italiano que no tuvo la suerte de ser el primogénito de la familia no hay nada mas importante que tener un tío.”
[4] El famoso corsario con el que se ha pretendido vincular familiarmente a Cristóbal Colón.
[5] Vinculado a la academia de Ficino, donde tal vez Amerigo haya conocido a Reuchlin (intelectual con amplia cobertura en Alemania) y a Zanobi Acciaiouli (poeta y teólogo muy versado en griego y latín, futuro bibliotecario del vaticano bajo la égida de Leon X; aficionado a los mapas y a la geografía), entre otros que veneraban a Toscanelli. Digamos que estos contactos sirvieron para que el nombre America, llegada la hora, tomara peso en los medios académicos.
[6] Descendientes de Pier Francesco Medici. En vida de Amerigo regentaba la familia Lorenzo de Pier Francesco Medici, quien había contraído nupcias con Semirámide de Appiano.
[7] Sevilla era un mercado importante. Desde allí accedían los españoles a las minas de oro de Guinea, que creó un “boom” comercial y burocrático en el puerto sevillano. Además Sevilla era una ciudad de frontera con el reino Moro que los reyes católicos se habían propuesto exterminar y eso implicaba posiblemente nuevos negocios. Habían allí muchos italianos y judíos.
PRIMER VIAJE
Estando Cristóbal Colón en la Corte (Véase Colón 1493-1498), Américo Vespucio andaba por las costas centroamericanas.
Fernando el Católico envió esta expedición fiscal, de control para sopesar lo dicho por Colón, evitándose así sorpresas y contradicciones, “para descubrir y ayudar a descubrir”.
Posiblemente hayan llegado a Costa Rica, Honduras o Nicaragua, no hay total certeza. De lo que sí estamos absolutamente convencidos es que fue la primera expedición real europea en llegar a tierra firme. Quince años después de Vespucio, pasará a la Florida, Ponce de León.
Como balance de este viaje obtenemos la primera descripción literaria del nuevo continente, hecha por Américo; Colón había hecho la de las islas. Su relato, pleno de vivacidades, difiere básicamente del de Colón, en su no obsesión por el oro.
Regresa Américo Vespucio al puerto de Cádiz el 15 de octubre de 1498.
1499-1500
De regreso Amerigo Vespucio en Sevilla, se reencuentra con su prometida María Cerezo y se notició respecto a Cristóbal Colón. Supo que este se había hecho, de nuevo, a la mar, hacía unos cinco meses y medio.(Efectivamente esta vez sí había tocado tierra firme, a la altura de Venezuela, en una costa que denominó Paria, en la desembocadura del Orinoco; ascendió de nuevo a Santo Domingo y encontró a los habitantes de la isla en su contra). Antes de hacerlo negoció la figura del mayorazgo con los reyes, de tal forma que su hijo Diego heredaría todos sus privilegios.
Dicho documento sobre el mayorazgo fue todo un catecismo de fe en que Colón había llegado a Asia, y que Cuba era tierra firme. El tiempo habría de corregir las concepciones geográficas del Almirante pero el término “indios” quedó anclado a los habitantes del Nuevo Mundo por los siglos de los siglos.
Respecto al viaje de Colón, de nuevo se planearon otras dos expediciones de control, una para averiguar sus actuaciones de gobierno y otra para verificar lo de los descubrimientos.
Alonso De Ojeda[Hojeda], Juan de la Cosa y Amerigo Vespucci iban a ser los vigilantes del descubrimiento.
Los diecisiete meses de su primer viaje habían dado a Amerigo una autoridad inconfundible. El 16 de mayo de 1499, parten de Cadiz[En lo que será el segundo viaje de Amerigo Vespucci a nuestro continente] 3 o 4 carabelas al mando de Ojeda, navegando con la carta de navegar que Colón había enviado desde La Española. Ojeda tomó el rumbo de Colón, en tanto Vespucci tomó un tanto más al sur llegando a la altura del Brasil (siendo la primera expedición europea en hacerlo), tocando sus costas un 27 de junio[Al describirlo Vespucci habló de caníbales, papagayos y pájaros que cantaban].
El viaje de Amerigo deshizo las fantasías de Colón sobre los climas que hay debajo del trópico. Colón creía que allí no había sino negros, o que eran regiones que por voluntad de Dios no pueden ser susceptibles de que las habite el hombre.
Se reencontraron con el grupo frente a Venezuela. De las descripciones de Amerigo sabemos que le entusiasmaban las perlas[En Florencia, decir Oriente era decir perlas. Los enamorados italianos regalaban perlas] (Colón había llamado así las aguas que ahora navegaban)[En la isla Margarita los pescadores las sacaban del fondo del mar en Cubagua].
Al tocar tierra firme, bautizan la tierra donde posaron como Venezuela, algo así como pequeña Venecia: habían visto una población edificada sobre el mar, pero de casas de palo y paja, colmadas de finísimas telas de algodón.
Tomaron de nuevo rumbo a La Española donde Ojeda habría de enterarse de los pleitos políticos y administrativos del almirante.
Pero la mayor ganancia de Américo Vespucio en este viaje fue haber descubierto cómo fijar las coordenadas de longitud, hasta entonces ignoradas, el 23 de agosto de 1499. Aunque de este gran logro solo se dio cuenta la humanidad, pasados tres siglos.[*]
Llegado de nuevo a España procede a elaborar sendos mapas. “Amérigo pues, no llevó a los reyes papagayos, les regaló un globo del mundo”.
*En 1791 un astrónomo florentino, Stanislao Carnovai, profesor de matemáticas en Crotona y Padua lo hio notar, pero solo hasta 1950, un astrónomo del Vaticano, un sabio jesuita, J. W. Stein fue quien contundentemente lo avaló, como el inventor del método de la distancia lunar (Vespucio midió la distancia entre la luna y Marte en la media noche del 23 de agosto de 1499)… “Solo le faltaron los datos exactos para haber dado una longitud exacta”.
EN AFRICA
En el año de 1501, Américo Vespucio es conminado a presentarse ante el rey de Portugal. Se ha pretendido que fue este un acto de deslealtad de Américo o que dicho viaje pudo ser una misión de espionaje, pero ni lo uno ni lo otro es acertado. El rey Fernando le había encargado dos misiones precisas y las había cumplido a cabalidad, luego no quedan compromisos laborales pendientes, por decirlo de alguna manera. Lo de espionaje es una conjetura apresurada pues no debemos olvidar que el rey Don Manuel se había casado con la infanta Doña Isabel, hija de los reyes católicos.
En Portugal, a Américo le es asignada la misión de ir en compañía de tres naves que partirían a descubrir tierras nuevas. Parten, efectivamente, en la primera quincena de mayo del año 1501, desde Lisboa. Iba Américo Vespucio como consejero. Pasaron por las canarias, por las costas de África hasta la altura de las islas de cabo verde, atracando en Bezebeghe (Dakar). Once días tardaron allí y fue en ese sitio donde se encontraron con las naves de Cabral que venían de regreso de la India.
VESPUCIO 1501-1502
Desde cabo Verde parten Américo Vespucio y los portugueses, rumbo a las ya conocidas tierras del Brasil, con sus ráfagas de verdor y fragancias, de color y calidez propias del trópico.
Dentro de las observaciones aportadas por Américo sobre los nativos, hace énfasis en que no tienen rey, no conocían la inmortalidad del alma, no comían a la mesa sino sentados en el suelo; su menú (el de ellos) lo constituía una gran cantidad de mariscos, crustáceos de mar, ostras, langostas, cangrejos y carne humana.
“No es difícil imaginar la emoción en que vivían descubriendo los accidentes de la costa…Así los nombres no los daba el comandante de la flota, ni lo sugerían los pilotos: saltaban del calendario…”. Por ejemplo, el 20 de octubre avistaron un cabo, en el día de San Agustín…y fue el cabo San Agustín…o el 1ero de enero (Janeiro) descubren un río…y fue el Río de Janeiro.
El 15 de febrero, luego de más de doce meses de errar por agua y tierra, sin hallar ninguna gran ciudad ni ninguna gran mina, la tripulación en pleno deliberó sobre la continuidad o no de la misión. Decidieron que sí y dieron el mando a Américo Vespucio; llegaron al estuario de un inmenso río al que denominaron Río Jordán (Río de la Plata). Su esfuerzo los llevó hasta la Patagonia donde una fuerte tormenta los asoló. Regresaron entonces a África. El 10 de mayo de 1502 arribaron a Sierra Leona y a Lisboa comparecieron en septiembre de 1502 con solo dos naves.
EL NUEVO MUNDO 1503
Las descripciones de Américo Vespucio en sus cartas se conocían en Sevilla, Florencia y en toda España.
La conclusión de Américo, luego de todos estos viajes acumulados, era que la tierra que había avistado, no era Asia[1]. Llamó entonces a estas tierras “Mundus Novus”[2] , la cuarta parte del mundo.
Antes de Américo se había usado esta expresión pero para bautizar islas, para hablar de las costas del Asia. Américo presentó en sociedad a un nuevo Continente con las consecuencias obvias de tal aseveración. Estas opiniones las manifestó carta dirigida a Lorenzo de Pier Francesco de Medici, pero fue leida por Antonio Vespucci, Zenobio y Acciauoli…Era el tercer triunfo de Tosacanelli, después del viaje de Vasco da Gama y el de Colón. Solo faltaba Magallanes para que la esfera quedase bien suspendida en el espacio.
Mientras tanto en Francia, Fra Giovanni del Giocondo traducía la carta Mundus Novus al latín: se imprimió en París, Florencia y Ausburgo. A partir de ahí, se tradujo al Alemán y al holandés.
[1] Apartándose así de la tesis de Colón.
[2] Novo Mondo o Nuevo mundo, como se prefiera
CUARTO VIAJE DE AMERICO VESPUCIO
Debido a los acontecimientos, Lisboa se preparaba para colonizar esa gran masa terrestre, que Américo y Cabral habían tanteado (Brasil).
Los judíos nuevos de Lisboa, en cabeza de Fernando de Noronha (1502), invirtieron en este nuevo gran negocio. El 10 de mayo salen de Lisboa seis naves, en una de las cuales iba como capitán Américo Vespucio. Las desavenencias entre el comandante de la expedición, Fernando Noronha y Vespucio eran notorias: los dos primeros pensaban en colonizar, mientras Vespucio quería descubrir.[entre otras cosas el paso de las Indias] La expedición se desintegró y Américo siguió hasta el Brasil…Ahora sus cartas y narraciones iban dirigidas a Piero Soderini puesto que su antecesor había muerto…Regresa a Lisboa el 18 de junio de 1504. Concluida esta misión, volvió a Sevilla, donde María Cerezo y su sobrino Giovanni.
AMERICO CIUDADANO DE CASTILLA
Sabiendo el rey don Fernando del regreso de Américo Vespucio[1], se apresuró a llamarle a la corte, persuadiéndolo de entrar a su servicio. Decide el rey hacerlo ciudadano de los reinos de Castilla y de León, en 1505.
Provocó el rey una reunión con Amerigo y Vicente Yañez Pinzón para confeccionar una nueva política colonial que afianzara y defendiera las colonias en el Caribe y que permitiera el descubrimiento del paso del sur, para ir a la tierra de las especias.
Vicente Yañez Pinzón trabajaría en la colonización de las Antillas; se le dio el nombramiento de alcaide para que construyese una fortaleza, a su costa, en San Juan de Puerto Rico. Actuaría allí como capitán y corregidor; poblaría la villa y el rey le daría de por vida su tenencia, con derecho a transmitirla a sus herederos por testamento.
Partieron Américo y Yañez hacia Palos a preparar las naves, entrando el rey como socio pagando la mitad de los gastos- y aguardando tener la mitad de las ganancias-. No obstante la situación política de España cambió de rumbo, quedando en total incertidumbre el proyecto. El rey don Fernando[2] venía gobernando a nombre de su hija Juana. Ahora Felipe el Hermoso llegaba a Castilla dispuesto a gobernar[3]. Pero la fatalidad rondaba…el 25 de septiembre de 1506 murió de repente el rey Felipe el Hermoso.
De regreso don Fernando a las riendas del poder, y, debiendo ceder a la presión portuguesa, desiste del proyecto y ordena vender las cosas de la armada…solo siguió en pie lo de la colonización de las Antillas.
Amerigo sigue, pues, ahora, trabajando como capitán a sueldo de la corona, apertrechando una carabela pequeña que se enviaba a La Española.
[1] Amerigo de Espuche o Vezpuche.
[2] Recién enviudado, se casaría con German de Foix, sobrina del rey de Francia, granjeándose la enemistad de su propio pueblo.
[3] Sutilmente el nuevo gobernante dio el visto bueno al proyecto, dándole continuidad.
VESPUCIO PILOTO MAYOR
El 22 de marzo de 1508 es nombrado Amerigo Vespucci como piloto mayor de España, es decir como el encargado de todas las empresas de navegación emprendidas por España. Dicho cargo no tenía antecedentes en la península pero sí en Portugal. Tan solo hasta el 6 de agosto de ese año se definieron las funciones a ejercer en dicho cargo por parte de Américo Vespucio, nuevo superintendente del mar. Vespucci se encargaría de de poner a andar la universidad mareante, de capacitar debidamente a marinos y futuros exploradores, en astronomía y geografía, etc. El nombramiento implicaba que Amerigo abriese una escuela de navegantes en Sevilla. Allí, los marinos viejos habrían de recibir también alguna instrucción y la respectiva aprobación del florentino.
Del mismo modo recibió Vespucci la autorización para fijar un orden a las cartas de navegación, un padrón general donde cada lugar geográfico recibiera su sitio respectivo. Todo piloto que viajase de ahí en adelante a las Indias descubiertas o por descubrir, al hallar cualquier cosa que no estuviese registrada en el padrón, tenía que ir con Américo y declararla.
Muerte
El 22 de febrero de 1512 fallece Vespucio en Sevilla, España. Estaban a su lado María Cerezo y Giovanni, el sobrino. No dejaba ningún hijo en España.
AMERICA
El nombre de América, 1507. ¿Dónde y cómo se le dio al Nuevo Mundo el nombre de América? ¿Quién fue el inventor?
El 25 de abril de 1507, bajo la protección del Duque de Lorena, René II, en Saint Dié des Vosgues, fue impresa la Cosmographiae Introductio, donde se dio el nombre de América al Nuevo Mundo. Fue impresa y publicada por los miembros del Gymansium Vosgues[1]: Vautrin Lud, Nicolás Lud, Jean Basin[2], Mathías Ringmann[3] y Martín Waldseemüller.[4]
Ya antes Vautrin Lud, a comienzos de 1507 había publicado “Speculis Orbis declaratio”, Explicación del espejo del mundo, donde planteaba que era justo y necesario una Geografía de Tolomeo, con los ajustes geográficos de los nuevos descubrimientos. A ellos llegó la carta dirigida por Amérigo Vespucci al gonfaloniero Soderini, con los relatos de sus cuatro viajes y un mapa de las regiones que Américo había visto o habían descubierto españoles y portugueses. El texto venido a Saint Dié venía en francés; nuestros editores lo tradujeron al latín, elaboraron una “introducción a la cosmografía” e hicieron un mapa que iba a ser la carta del mundo. Además llevaba un planisferio y un globo sólido, es decir, una serie de cascos que pudieran recortarse y pegarse, una esfera.
La Cosmographiae introductio consta de un prólogo, un epílogo y nueve breves capítulos. Los ocho primeros capítulos se refieren a disquisiciones matemáticas, en tanto el noveno trata de la tierra: “Mas ahora que esas partes del mundo han sido extensamente examinadas y otra cuarta parte ha sido descubierta por Américo Vespucio (como se verá por lo que sigue), no veo razón para que no la llamemos AMÉRICA, es decir, la tierra de Americus, por Americus su descubridor, hombre de sagaz ingenio, así como Europa y Asia recibieron ya sus nombres de mujeres”.
A las islas descubiertas por Colón se les decía Antillas y al continente desde Venezuela hasta la Patagonia se le puso el nombre de AMÉRICA. Sobre lo que hoy es Norteamérica no se extendió el nombre sino hasta tiempo después, en 1538.
[1] Vosgien Gymnasium (Vosagense Gymnasium)
[2] En otras fuentes Jean Cuenca.
[3] O Matthias.
[4] Todos ellos canónigos o en vías de serlo: Vautrin Lud era el jefe, por así decirlo, su sobrino Nicolás fue quien le indujo a montar una imprenta; Mathías Ringmann era poeta y traductor, autor de una gramática latina ilustrada; Martín Waldseemüller parece que había estudiado con Durero; Jean Basin, que era un vicario quien ya había escrito para hablar con elegancia.
Bibliografia consultada
ARCINIEGAS Germán. amerigo y el Nuevo Mundo. Editorial Hermes, México 1955
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