Miguel Angel, juventud

Seguimos con la biografia de Miguel Angel, solo que ahora nos vamos para su juventud.
Teniendo la clase de amigos que señalamos en el post anterior, era casi inevitable que no se contagiara de su pasión por el arte. Sabemos que por conducto de uno de sus amigos, Francesco Granacci, ingresaría por primera vez al taller del maestro Ghirlandaio. Enterados su padre y su tío de los caprichos de Miguel Angel, se enojaron mucho. Ellos creían que los artistas (o artesanos como los juzgaban), pertenecían al popolo minuto o pueblo raso, muy distinto de ellos que hacían parte de la burguesía rica o el popolo grasso; un artista era tan descollante como un tendero. Pero la terquedad del joven Buonarroti pudo más y es así como el 1 de abril de 1488 (tenía 13 años) ingresaría como aprendiz de Ghirlandaio. Generalmente este ciclo duraba tres años pero para Miguel Angel acabó al año; decían sus contemporáneos que sus dibujos eran mejores que las del tutor suyo, el fresquista florentino Ghirlandaio.Allí aprendería las técnicas del fresco, el dibujo, así como la representación del espacio y del cuerpo humano.
¿Y qué hizo Miguel Ángel después? Lorenzo de Médicis le incorporó dentro del grupo de jóvenes favorecidos que tenían acceso a su jardín (en San Marcos) y observar las obras de arte que allí había, así como recibir instructivas charlas a cargo de Bertoldo di Giovanni (destacado broncista y cincelador, buen escultor y experto conocedor de la antigüedad clásica) un antiguo ayudante del ya fallecido escultor Donatello, quien los indujo en la escultura y la tradición artística de la ciudad. En este prolífico entorno, Miguel Angel gestaría sus dos primeras piezas escultóricas: La virgen de la escalera y el combate de los centauros contra los lopitas.
La Virgen de la escalera fue terminada entre 1489-1492 y es un mármol de 55,5 x 40 cm que hoy reposa en la casa Buonarroti. Destaca la figura femenina lactando, pero ya no mirando al frente sino ensimismada, con la mirada perdida, en tanto el infante, de espaldas (algo novedoso), mostraba una musculatura formidable.
El combate de los centauros contra los lopitas, fue "acabado" (o abandonado al fallecer el mecenas Lorenzo) sobre 1492 y es un marmol de 81 x 88,5 cm y que también reposa en la casa Buonarroti de Florencia. Dicha obra dejó perplejos a los observadores por la complejidad y la cantidad de figuras en distintas posturas.
Pero ser protegido de Lorenzo de Medicis implicaba que Miguel Angel fuera compañero de mesa y casa de los hijos del príncipe como Piero, Giovanni (el futuro Leon X) y Giuliano.
Sigamos.
Al morir en 1492 el mecenas Lorenzo el magnífico, asistido en sus últimos momentos por Savanarola (como lo quiso el príncipe), Miguel Angel debió volver al reducido mundo del hogar familiar. Piero (Pedro) II de Medicis se hizo cargo de él pero no pasó sino tres años en el poder debido a circunstancias que jugaban en su contra, su carácter y su forma de vida. Piero se hizo de numerosos enemigos y no pudo detener la creciente influencia de Savanarola ni mucho menos el ingreso de las tropas de Carlos VIII a Florencia en 1494. Finalmente sería desterrado por un pueblo enfurecido (empujado por sus primos inconformes). Miguel Angel en tanto protegido de dicha familia corría peligro. Tres semanas antes que Piero, salió Miguel Angel y marchó a Venecia a caballo, a donde habría de llegar una semana después. Pero a los pocos días se le acabaría el dinero y marchó hacia Bolonia a ver lograba en esa ciudad algún encargo que le permitiera sostenerse.
Leer también: Miguel Angel, Infancia

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