Napoleón y Josefina
En este artículo “Napoleón y Josefina”, trataremos de abordar la tormentosa relación amorosa entre Napoleón y Rose Beauharnais desde sus comienzos hasta la campaña de Egipto. Seguimos pues el rastro de las amantes, los amores de Napoleón.
Habíamos dejado a Napoleón y Désirée; y dijimos también allí que el Corso ilustre había conocido a Rose Beauharnais, nada más y nada menos que la futura primera esposa de Napoleón a quien él por cariño le pondría el nombre de Josefina. ¿Cómo se conocieron? Pues resulta que Bonaparte había prohibido las armas a los civiles y en ese menester capturan una espada que tiene en su poder Rose Beauharnais; un niño de doce años pide le sea vuelta la espada de su padre difunto; Napoleón se conmueve y efectivamente lo hace; la madre del menor acude personalmente a dar las gracias por tan tierno gesto del ilustre militar. Pero ¿quien era esta señora?
Rose[1] había nacido en Martinica donde su familia Los Tascher de La Pagerie[2] poseían cultivos de caña de azúcar y esclavos para las labores agrícolas. Había nacido el 23 de junio de 1763, siendo la mayor de tres hijas. A los doce años fue internada en un convento durante cuatro años y en tanto concertaron sus mayores la boda con el vizconde Alexandre de Beauharnais, un oficial francés, rico, con una renta de alrededor de 40.000 libras y diez y nueve años de edad. Fruto de ese matrimonio tuvo dos hijos. La pareja rompió relaciones por murmuraciones sobre la adolescencia de Rose Tascher y Alexandre decide irse a vivir con otra mujer a Martinica separándose legalmente en febrero de 1785 con una pensión anual para ella de 6.000 francos anuales. Viviendo en Francia supo que su padre estaba enfermo y su hermana moribunda en Las antillas, vende algunas pertenencias y marcha a verlos llevando a su lado a su hija Hortense (Hortensia), dejando a su hijo varón (Eugenio, Eugène) en la Institución donde estudiaba. Mientras tanto la Revolución francesa había estallado y Alexandre era un tipo importante de la Asamblea Constituyente, tanto que fue ascendido a general y en 1793 acudió en auxilio de Maguncia. Fue hecho prisionero. Rose intentó que lo liberaran pero obtuvo en cambio, para ella también, la prisión. El 23 de junio el vizconde va a la guillotina. Pasados los días sale de prisión y es indemnizada por los meses que duró detenida, ello le permitió comprarse una casa. Físicamente Rose Beauharnais medía un metro con cincuenta de estatura, tenía los ojos castaños y largas pestañas; el tono de su cabello era también castaño claro y su piel era tersa y fina, bastante llamativa. Bastante extrovertida y fiestera[3], amante de los trajes finos y los encajes de lujo.
Fue a finales del verano de 1795 que Napoleón conoce a Rose cuando solo recibía media paga y prácticamente aguantaba hambre. Napoleón tendría 26 y Rose 32.
Al ser designado jefe del ejército del interior es invitado a la casa de ella, quedando gratamente impresionado. Ella le fascinaba mas no así su primer nombre. Napoleón decide cambiárselo. ¿De donde surge el nombre Josefina? Es una dulcificación del nombre Josèphe (Josefa, que es parte del nombre de Rose) que derivaría en Josefina (Joséphine). Por ese tiempo era la querida de Barras, toda una aventurera de la revolución. Napoleón se entrega al delirio amoroso, absorbente y definitivo; le halaga que ella sea de origen noble y haya tenido alguna relevancia en el antiguo régimen. Pero el que ella tenga amante le aleja de allí. Rose lo echa de menos y entonces Le envía una breve nota: «Ya no viene a ver a una amiga que le profesa afecto; la ha abandonado por completo. Comete un error, porque ella siente por usted un tierno afecto. Venga a almorzar mañana, Septidi. Deseo verlo y conversar con usted acerca de sus asuntos. Buenas noches, amigo mío, lo abrazo. La viuda Beauharnais.» En invierno de 1795 Bonaparte regresa, empezando a enamorarse de la dama; a Josefina le gusta Napoleón pero no puede decir que lo ama. En todo caso en enero de 1796 Napoleón tuvo ocasión de hacerle el amor a esta criolla, primera vez que sexo y amor se conjugaban en el lecho del Corso ilustre. Empieza Napoleón las pesquisas para casarse con Josefina. Logra saber que La Pagerie está en manos de la madre de Rose pero que de esta propiedad se puede esperar algo así como 50.000 libras al año; el problema estaba en que la isla de la Martinica andaba en manos inglesas, enemigos de Francia por lo que hasta que no se definiera esta guerra no llegarían rentas de Las Antillas.
Barras hacía parte del directorio y habiendo recibido la solicitud de Napoleón para dirigir los ejércitos de los Alpes percibe en el Corso su principal instrumento; entonces este lo anima a casarse y le promete efectivamente el cargo solicitado, como regalo de bodas. Suponía certeramente que teniendo Bonaparte estabilidad sus logros serían mayores. Conciertan el matrimonio civil. Josefina no está muy convencida respecto a sus sentimientos respecto a Napoleón. Pero tramitan su boda. No se pudieron obtener las partidas de bautismo correspondientes a los novios debido a que sus respectivas islas de origen estaban invadidas por los ingleses; verbalmente ella afirma tener 27 cuando tiene realmente 32; él no ve óbice en aumentarse a su vez un año, declara 27 cuando solo tiene 26…El contrato matrimonial estipula la separación de bienes y una renta vitalicia para Josefina de 1.500 libras anuales. El 9 de marzo se llevó a cabo la boda. La luna de miel solo dura dos días cuando ya debe partir el prestigioso militar francés.
Napoleón enamorado escribe a su esposa quien tarda mucho en contestar y cuando lo hizo, se sentía en sus letras, la frialdad de quien lo hace solo por compromiso, no por amor. Napoleón se da cuenta de ello y reclama. La causa de esta frialdad no es otra que un amante, Hippolyte Charles (Carlos Hipólito), teniente del primer regimiento de húsares, tres años menor que Napoleón, un sujeto agraciado ,de buen humor y con tiempo disponible para los juegos amorosos, tanto que logró atraer a Josefina. Pero esta tenía que ir junto a su esposo y entonces lo incluyó como acompañante de su cortejo. El apasionamiento de Napoleón no tenía fin y cada vez era más posesivo, hasta el extremo de hacerle exclamar a Josefina en una de sus cartas a una amiga: «Mi marido no me ama, me adora. Creo que enloquecerá». En Milán Bonaparte exhibía orgulloso a su esposa e intercambiaba con los nativos en su idioma, cosa que Josefina no podía dado que no hablaba el italiano como Napoleón. Pero no todos eran ciegos a las andanzas de Josefina. Letizia, la madre de Napoleón no la quería porque era consciente de las costumbres excesivamente liberales de su nuera, que la hacían “gastada por el placer”. Pauline (hermana de Napoleón) tampoco la quería y llegó incluso a sacarle la lengua en público.
Pero Bonaparte quería un hijo y este crucial evento se postergaba día tras día.
Ido a la campaña de Egipto[4], ella seguía los espectáculos con su amante para goce de la sociedad francesa y los chismosos de turno. Junot decide mostrarle a Napoleón lo cornudo que era, por primera vez con nombre propio. Empieza entonces a programar su divorcio de la criolla.
Despechado galantea con una rubia de ojos azules que se había introducido en un barco francés de la expedición, disfrazada de hombre; una seductora modistilla esposa de un teniente, de nombre Pauline Foursé, quien le correspondía activamente.[5]
Ver también: Napoleón, preso ; Napoleón y Tolón
[1] Marie-Josèphe-Rose Tascher de La Pagerie
[2] Esta última era el nombre de la propiedad.
[3] Y crédula de la astrología y los vaticinios.
[4] Llevaba consigo a Eugenio como edecán, al hijo de su infiel esposa.
[5] Bibliografia consultada:
Joséphine. (2008). Encyclopædia Britannica. Ultimate Reference Suite. Chicago: Encyclopædia Britannica.
Emil Ludwing. Napoleón. Editorial Juventud, S.A., Barcelona, 1929.
Cardona Castro Francisco Luis (director de la obra). Napoleón. Colección grandes biografías. Edimat Libros. ISBN: 84-8403-871-8.
Cronin Vincent. Napoleón Bonaparte, una biografía íntima. Ediciones B, S.A., 2003 para el sello Javier Vergara Editor Bailen, 84 - 08009 Barcelona (España).
Habíamos dejado a Napoleón y Désirée; y dijimos también allí que el Corso ilustre había conocido a Rose Beauharnais, nada más y nada menos que la futura primera esposa de Napoleón a quien él por cariño le pondría el nombre de Josefina. ¿Cómo se conocieron? Pues resulta que Bonaparte había prohibido las armas a los civiles y en ese menester capturan una espada que tiene en su poder Rose Beauharnais; un niño de doce años pide le sea vuelta la espada de su padre difunto; Napoleón se conmueve y efectivamente lo hace; la madre del menor acude personalmente a dar las gracias por tan tierno gesto del ilustre militar. Pero ¿quien era esta señora?
Rose[1] había nacido en Martinica donde su familia Los Tascher de La Pagerie[2] poseían cultivos de caña de azúcar y esclavos para las labores agrícolas. Había nacido el 23 de junio de 1763, siendo la mayor de tres hijas. A los doce años fue internada en un convento durante cuatro años y en tanto concertaron sus mayores la boda con el vizconde Alexandre de Beauharnais, un oficial francés, rico, con una renta de alrededor de 40.000 libras y diez y nueve años de edad. Fruto de ese matrimonio tuvo dos hijos. La pareja rompió relaciones por murmuraciones sobre la adolescencia de Rose Tascher y Alexandre decide irse a vivir con otra mujer a Martinica separándose legalmente en febrero de 1785 con una pensión anual para ella de 6.000 francos anuales. Viviendo en Francia supo que su padre estaba enfermo y su hermana moribunda en Las antillas, vende algunas pertenencias y marcha a verlos llevando a su lado a su hija Hortense (Hortensia), dejando a su hijo varón (Eugenio, Eugène) en la Institución donde estudiaba. Mientras tanto la Revolución francesa había estallado y Alexandre era un tipo importante de la Asamblea Constituyente, tanto que fue ascendido a general y en 1793 acudió en auxilio de Maguncia. Fue hecho prisionero. Rose intentó que lo liberaran pero obtuvo en cambio, para ella también, la prisión. El 23 de junio el vizconde va a la guillotina. Pasados los días sale de prisión y es indemnizada por los meses que duró detenida, ello le permitió comprarse una casa. Físicamente Rose Beauharnais medía un metro con cincuenta de estatura, tenía los ojos castaños y largas pestañas; el tono de su cabello era también castaño claro y su piel era tersa y fina, bastante llamativa. Bastante extrovertida y fiestera[3], amante de los trajes finos y los encajes de lujo.
Fue a finales del verano de 1795 que Napoleón conoce a Rose cuando solo recibía media paga y prácticamente aguantaba hambre. Napoleón tendría 26 y Rose 32.
Al ser designado jefe del ejército del interior es invitado a la casa de ella, quedando gratamente impresionado. Ella le fascinaba mas no así su primer nombre. Napoleón decide cambiárselo. ¿De donde surge el nombre Josefina? Es una dulcificación del nombre Josèphe (Josefa, que es parte del nombre de Rose) que derivaría en Josefina (Joséphine). Por ese tiempo era la querida de Barras, toda una aventurera de la revolución. Napoleón se entrega al delirio amoroso, absorbente y definitivo; le halaga que ella sea de origen noble y haya tenido alguna relevancia en el antiguo régimen. Pero el que ella tenga amante le aleja de allí. Rose lo echa de menos y entonces Le envía una breve nota: «Ya no viene a ver a una amiga que le profesa afecto; la ha abandonado por completo. Comete un error, porque ella siente por usted un tierno afecto. Venga a almorzar mañana, Septidi. Deseo verlo y conversar con usted acerca de sus asuntos. Buenas noches, amigo mío, lo abrazo. La viuda Beauharnais.» En invierno de 1795 Bonaparte regresa, empezando a enamorarse de la dama; a Josefina le gusta Napoleón pero no puede decir que lo ama. En todo caso en enero de 1796 Napoleón tuvo ocasión de hacerle el amor a esta criolla, primera vez que sexo y amor se conjugaban en el lecho del Corso ilustre. Empieza Napoleón las pesquisas para casarse con Josefina. Logra saber que La Pagerie está en manos de la madre de Rose pero que de esta propiedad se puede esperar algo así como 50.000 libras al año; el problema estaba en que la isla de la Martinica andaba en manos inglesas, enemigos de Francia por lo que hasta que no se definiera esta guerra no llegarían rentas de Las Antillas.
Napoleón enamorado escribe a su esposa quien tarda mucho en contestar y cuando lo hizo, se sentía en sus letras, la frialdad de quien lo hace solo por compromiso, no por amor. Napoleón se da cuenta de ello y reclama. La causa de esta frialdad no es otra que un amante, Hippolyte Charles (Carlos Hipólito), teniente del primer regimiento de húsares, tres años menor que Napoleón, un sujeto agraciado ,de buen humor y con tiempo disponible para los juegos amorosos, tanto que logró atraer a Josefina. Pero esta tenía que ir junto a su esposo y entonces lo incluyó como acompañante de su cortejo. El apasionamiento de Napoleón no tenía fin y cada vez era más posesivo, hasta el extremo de hacerle exclamar a Josefina en una de sus cartas a una amiga: «Mi marido no me ama, me adora. Creo que enloquecerá». En Milán Bonaparte exhibía orgulloso a su esposa e intercambiaba con los nativos en su idioma, cosa que Josefina no podía dado que no hablaba el italiano como Napoleón. Pero no todos eran ciegos a las andanzas de Josefina. Letizia, la madre de Napoleón no la quería porque era consciente de las costumbres excesivamente liberales de su nuera, que la hacían “gastada por el placer”. Pauline (hermana de Napoleón) tampoco la quería y llegó incluso a sacarle la lengua en público.
Pero Bonaparte quería un hijo y este crucial evento se postergaba día tras día.
Ido a la campaña de Egipto[4], ella seguía los espectáculos con su amante para goce de la sociedad francesa y los chismosos de turno. Junot decide mostrarle a Napoleón lo cornudo que era, por primera vez con nombre propio. Empieza entonces a programar su divorcio de la criolla.
Despechado galantea con una rubia de ojos azules que se había introducido en un barco francés de la expedición, disfrazada de hombre; una seductora modistilla esposa de un teniente, de nombre Pauline Foursé, quien le correspondía activamente.[5]
[1] Marie-Josèphe-Rose Tascher de La Pagerie
[2] Esta última era el nombre de la propiedad.
[3] Y crédula de la astrología y los vaticinios.
[4] Llevaba consigo a Eugenio como edecán, al hijo de su infiel esposa.
[5] Bibliografia consultada:
Joséphine. (2008). Encyclopædia Britannica. Ultimate Reference Suite. Chicago: Encyclopædia Britannica.
Emil Ludwing. Napoleón. Editorial Juventud, S.A., Barcelona, 1929.
Cardona Castro Francisco Luis (director de la obra). Napoleón. Colección grandes biografías. Edimat Libros. ISBN: 84-8403-871-8.
Cronin Vincent. Napoleón Bonaparte, una biografía íntima. Ediciones B, S.A., 2003 para el sello Javier Vergara Editor Bailen, 84 - 08009 Barcelona (España).
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