CRISIS NERVIOSA
El interés por términos médicos –así algunos digan que este en concreto no lo es- y/o sicológicos como crisis nerviosa, me viene para tratar de entender comportamientos de famosos personajes históricos como Juana la Loca.
Pues bien, las crisis nerviosas suelen ser provocadas, generalmente, por estrés excesivo, sin que exista una adulteración orgánica del sistema nervioso.
Casi siempre las personas afectadas se deprimen, se sienten confundidas, agresivas, reaccionan con actitudes ilógicas y aspecto de no controlar sus actos. No se trata de una afección fisiológica en el sistema nervioso, sino de una interrupción abrupta y temporal de su capacidad para funcionar armónicamente, ante el medio externo.
Para contrarrestar la crisis nerviosa se recomienda un receso fuera del ambiente habitual de trabajo o de vida diaria. No sucede lo mismo con personas sicóticas que han de ser tratadas en un hospital.
Las sustancias tranquilizantes alivian los síntomas pero no curan la afección. Suelen ser raras en la niñez, muy frecuentes en los adolescentes y son las mujeres quienes están más dispuestas que los varones a padecerla. La mayoría de crisis nerviosas se relacionan con la neurosis de ansiedad o depresiva que afecta a personas de mediana edad.
Una persona que sufre una crisis nerviosa puede muy bien perder el control de sus emociones, aunque conserve su actividad mental. Frecuentemente se producen ciclotimias, o excesivos y rápidos cambios de humor, y posiblemente sucedan explosiones coléricas seguidas de periodos de calma e indiferencia.[1]Ver también neurosis, psicosis y esquizofrenia.
[1] Crisis nerviosa, en Guía Médica familiar, Editorial Planeta- de Agostini S.A., Barcelona 1997, página 278.
Pues bien, las crisis nerviosas suelen ser provocadas, generalmente, por estrés excesivo, sin que exista una adulteración orgánica del sistema nervioso.
Casi siempre las personas afectadas se deprimen, se sienten confundidas, agresivas, reaccionan con actitudes ilógicas y aspecto de no controlar sus actos. No se trata de una afección fisiológica en el sistema nervioso, sino de una interrupción abrupta y temporal de su capacidad para funcionar armónicamente, ante el medio externo.
Para contrarrestar la crisis nerviosa se recomienda un receso fuera del ambiente habitual de trabajo o de vida diaria. No sucede lo mismo con personas sicóticas que han de ser tratadas en un hospital.
Las sustancias tranquilizantes alivian los síntomas pero no curan la afección. Suelen ser raras en la niñez, muy frecuentes en los adolescentes y son las mujeres quienes están más dispuestas que los varones a padecerla. La mayoría de crisis nerviosas se relacionan con la neurosis de ansiedad o depresiva que afecta a personas de mediana edad.
Una persona que sufre una crisis nerviosa puede muy bien perder el control de sus emociones, aunque conserve su actividad mental. Frecuentemente se producen ciclotimias, o excesivos y rápidos cambios de humor, y posiblemente sucedan explosiones coléricas seguidas de periodos de calma e indiferencia.[1]Ver también neurosis, psicosis y esquizofrenia.
[1] Crisis nerviosa, en Guía Médica familiar, Editorial Planeta- de Agostini S.A., Barcelona 1997, página 278.
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