Oseas biografia y libro, historia, biblia, Antiguo Testamento, biografía, comentario, análisis, resumen

Oseas biografía y libro, historia, biblia, Antiguo Testamento, vida, comentario, análisis, resumen; quién fue, qué hizo, con quien se casó, significado del nombre,
Veamos una biografía de Oseas el profeta del Antiguo testamento y hagamos unos apuntes del libro a él atribuido.

Bajo el gobierno de Ozías (Uzias, 785-733 aC incluyendo corregencia) en Judá, que coincide en gran parte de tiempo con el de Jeroboám II, predica para el reino de Israel (tribus del Norte), Oseas.[1] El nombre de Oseas (Hosea, Osée, Oséias), según la concordancia Strong, equivale a H1954 הוֹשֵׁעַ Joshéa; de 3467; libertador.o salvador. Viviría entre el 780 y 725 aC.Se considera el profeta de la fatalidad.

Poco sabemos de su vida, excepto que se casó con una prostituta para hacer más didáctico su discurso religioso condenando el politeísmo de Israel.

En su libro[2] se presagia la caída de Samaria a manos de los asirios. Es el primer autor bíblico en usar la metáfora del amor conyugal para representar las relaciones de la divinidad con su pueblo. Allí se critica por igual la corrupción en que están sumidos los israelitas; el culto, el sacerdocio, la justicia, la moral y la política son algunos de los campos moteados de corruptos. Emprende una cruzada contra la idolatría[3] (en especial divinidades de la fertilidad, que incluía súplicas para proteger ganados cosechas). Se ve a un pueblo que si bien adoraba a Yahvé[4], también rendía culto a Baal (santuarios en sitios altos, cerca de algún bosque con árboles frondosos)[5], el dios de la fertilidad; Oseas insiste en que con Yahvé basta y sobra.

La lógica del profeta Oseas, daba a entender que si el pueblo adoraba en exclusiva a Yahvé, este prestaría su ayuda; su argumentación adquiere peso apoyándose por primera vez en un Éxodo, donde el oprimido pueblo de Israel invocó la ayuda exclusiva de Yahvé y este respondió ayudándole a salir de Egipto. (CF. Con Deuteronomio 32: 8-12[6]; Ver así mismo Ezequiel 16 3:14[7])

En los pueblos paganos se acostumbraba la monolatría temporal, cuando reinaba una crisis (los expertos señalaban la deidad que podría remediar el mal, por ejemplo el dios nacional cuando había un impasse político-militar o el dios de la peste para cuando habían epidemias) y se esperaba que esta divinidad respondiera ayudándolos a salir del embrollo en que estaban involucrados.

Al parecer la adoración monoteísta empezó como monolatría temporal para deshacerse del yugo asirio, que aun a su pesar siguió oprimiéndolos largo rato. Pero los predicadores siguieron enfatizando la necesidad de esta práctica.
[1] Sabedores, como somos, que la Biblia es una heterogénea compilación de textos con fines propagandísticos, para proclamar a voz en cuello la adoración de un Dios único, es en este primer libro redactado donde se aprecia la forma religiosa primitiva israelita: politeísta consumada, teniendo, al igual que sus vecinos un dios protector o una deidad nacional. Sus enemigos arameos consideraban a esta divinidad un “dios de las montañas” (1 de Reyes 20:23-28). De ahí proviene que otro país implique otros dioses, el destierro era eso, perder su identidad religiosa (1 de Samuel 26:19): ¿Cómo cantaremos canción de Jehová en tierra de extraños? (Salmos 137:4, RV 1865). Para poder adorar convenientemente a Yahvé en tierra extraña habría que construirle un templo allí (2 de Reyes 5:17). Para el siglo V esta divinidad nacional fue ascendida a deidad universal pero mantenía sus visos locales: … « ¡Grande es Yahveh más allá del término de Israel!». (Malaquías 1:5, Biblia de Jerusalén). Este argumento lo entendemos siempre y cuando en el pasado reciente el poder de esta divinidad estuviera circunscrito al territorio del país.
[2]Los especialistas, también han visto en sus escritos anexiones posteriores (tal vez obra de editores de Judá), en ciertos pasajes esperanzadores y conciliadores, como por ejemplo en Oseas 2:14-23.
[3] Palabra sinónima, en términos bíblicos, de fornicación o adulterio. Es posible que la mujer adúltera de Oseas, corresponda en realidad a una mujer idólatra, adoradora de Baal.
[4] En este libro se encuentra la orden más antigua de adoración a Jehová. «Mas yo soy Jehová, tu Dios, desde la tierra de Egipto; no conocerás, pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí. (RV, 1995 Edición de Estudio)
[5] En Israel se homologaron o atribuyeron a Yahvé cualidades de El y de Baal. Saúl y David pusieron a sus hijos nombres como Isbaal, que significa «hombre de Baal» o «Baal existe», y Beeliada, que traduce «concozca a Baal». No significaba que sus progenitores adoraran necesariamente a Baal sino que el título de “Señor” o “Soberano” aplicado a Baal, cabría para describir a Yahvé. Oseas luchó contra esta práctica de usar este título (Oseas 2:19). Debido a la asociación de esta palabra con la deidad cananea, la deidad hebrea pidió que se le llamara mejor, ´ishi, que quiere decir «mi esposo»: Oseas 2:16-17. Esta clase de transferencia de atributos (ideas y expresiones), como por ejemplo, la tempestad, personificada por Baal: El rayo fue convertido en el dardo de Yahvé y el trueno en su voz (Salmos 18:8-14). Las dramáticas apariciones de Dios sobre la tierra se describen como tormentas, nubes negras, humaredas, truenos o sonidos de trompetas, relámpagos y temblores de tierra (Éxodo 19:16; 1 de Reyes 19:11-12). Del salmo 29, henchido de esta clase de imágenes y tropos naturalistas, se dice que en sus inicios fue un himno a Baal. (Cf. Génesis 49:25; Deuteronomio 33:13). En Oseas 6:1-3, se ve el manejo de términos e imágenes tomadas de los ritos baálicos en Canaán (incluyendo el mito de la resurrección del mismo).
[6] Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, estableció los límites de los pueblos según el número de los hijos de Israel. Porque la porción de Jehová es su pueblo; Jacob, la heredad que le tocó. Lo halló en tierra de desierto, en yermo de horrible soledad; lo rodeó, lo instruyó, lo guardó como a la niña de su ojo, como el águila que excita su nidada, revoloteando sobre sus pollos, así extendió sus alas, lo tomó, y lo llevó sobre sus plumas. Jehová solo lo guió, y con él no hubo dios extraño. (RV 1995 Edición de Estudio). Aquí vemos a Elyón (Altísimo), el dios creador, repartiendo los pueblos entre los dioses; a Israel le tocó en suerte Yahvé (dios subordinado), quien se apersonó de él.
[7] Se reconoce implícitamente los verdaderos orígenes del pueblo de Israel: Tu origen, tu nacimiento, es de la tierra de Canaán; tu padre fue un amorreo y tu madre una hetea. (RV 1995, Edición de Estudio). También se reincide y se re-enfatiza la adopción de Israel por parte de su dios.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Donaciones