El último viaje de Cristóbal Colón, el cuarto, en 1502 y su fallecimiento

El último viaje de Cristóbal Colón, el cuarto, en 1502 y su fallecimiento. Post migrado desde mi web principal.

Aquí pretendo contar los episodios finales en la vida del Almirante, espero hacerlo con profundo respeto.

El 9 de mayo de 1502 parte Cristóbal Colón, desde Cádiz, al cuarto y último viaje hacia América, con cerca de 140 hombres[1]. Vuelve a Europa, a Sanlúcar de Barrameda el 7 de noviembre de 1504, enfermo y desilusionado: aparentemente había fracasado en su intención de hallar el estrecho (istmo centroamericano)[2] que condujera a la India, luego de recorrer Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá; había perdido los cuatros barcos[3] con los que zarpó; una gran parte de sus hombres se habían amotinado pero gracias a su prudencia y a la de su hermano Bartolomé Colón pudo sofocar el alzamiento. Regresaba solo, habiendo perdido 35 hombres; los otros no quisieron regresar con él a Castilla y se quedaron en La Española esperando un nuevo barco[4].

De Sanlúcar marcha el almirante hacia Cádiz y de allí a Sevilla. Para su desgracia Isabel la católica, muere el 26 de noviembre de 1504[5]. Marineros y cortesanos se burlaban de él, sus detractores le llamaban «el almirante de los mosquitos»; adeuda salarios atrasados a los marineros de viajes anteriores[6]. Pero también a Cristóbal le acongojaba pensar el futuro incierto de sus hijos, al faltarles él, su padre: En el 1500 había sido depuesto de virrey de las Indias después del nada favorecedor informe presentado por Francisco de Bobadilla…y Colón, haciendo honor a la verdad aguardaba que de pronto Isabel en su testamento hubiera ordenado restituirle sus privilegios. Era tal su angustia que escribe a su hijo Diego: «He servido a Sus Altezas con más diligencia y amor que los que pudiera haber empleado en ganar el Paraíso; y si en algo fallé fue porque era imposible o estaba más allá de mis conocimientos y poder. Dios Nuestro Señor, en tales casos, no pide a los hombres más que buena voluntad»[7].

Trató Colón desesperadamente de entrevistarse con Fernando el Católico pero este, ocupado en otros frentes (o tal vez eludiendo al marino) no le concedía audiencia[8]. La Corona seguía concediendo a manos llenas nuevas licencias para descubrir, menguando los alcances de las Capitulaciones que habían firmado en abril de 1492...para disgusto de Colón, quien no encontraba eco ni ayuda en ninguna latitud. Tan angustiosa era su situación que a comienzos de 1505 Colón decide dirigirse a Segovia, donde entonces se hallaba el rey. Siendo un largo viaje, pidió permiso para transportase en mula (permiso tan solo concedido a mujeres y niños). «Así mismo solicitó del cabildo de la catedral que –para poder viajar recostado, lo que le aliviaba del mal de gota-, le prestasen las andas con que se había traído a Sevilla el cuerpo del cardenal don Diego Hurtado de Mendoza a fin de ser enterrado en la sede hispalense.»[9]

Duró un año tras los pasos del rey, acompañado por su irrestricto hermano Bartolomé…pero solo recibía largas y aplazamientos. En Salamanca otorga a su concuñado Francisco de Bardi[10] (esposo de Briolanja Moñiz[11]) un poder general para pleitos, puesto que sentía a pasos agigantados la cercanía de la muerte. Efectivamente el 19 de mayo Colón agonizaba. Notario y testigos, afanosos concurrieron a la ratificación del testamento del Almirante (1505): ratifica la escritura de mayorazgo hecha en 1502 a su hijo Diego, añadiendo la lista de sus acreedores de su época en Lisboa; nombra heredero de todos sus bienes efectivamente a su hijo Diego; se ingenió asi mismo un complicado sistema para proteger a los otros miembros de la familia, su otro hijo Fernando o Hernando (y a su madre Beatriz Fernández de Arana), sus hermanos Bartolomé y Diego.El 20 de mayo fallece en Valladolid[12], en medio del impasible silencio de sus contemporáneos.

[1] Llevando claras instrucciones de no desembarcar en La Española y evitando la captura y el tráfico de esclavos.

[2] Cuando más cerca lo tenía. Buscaba «abrir la navegación del sur, de lo que tenía necesidad de descubrir las tierras de la Especiería» según su hijo Hernando.

[3] Dos carabelas (la Santa María y la Santiago de Palos) y dos naos (la Gallega y la vizcaína) 

[4] Habían padecido huracanes y sangrientos encuentros con los indígenas, habían padecido hambre y miedo durante un largo año que estuvieron como náufragos en Jamaica (Bahía de Santa Gloria). A este destino llegaron luego de recorrer la costa de América central y fracasar en la fundación de Santa María de Belén, en la actual Panamá, debido a que habían perdido dos barcos que fueron corroídos por los moluscos. Diego Méndez y Bartolomé de Fiesco marcharon entonces en canoa desde Jamaica hasta La Española requiriendo auxilio, que les fue negado por el gobernador Ovando.

Atrás quedaron los días, al comienzo de su cuarta expedición, cuando hallaron una canoa cargada de ricas mercancías- como almendras de cacao (que los europeos veían por primera vez). Sus tripulantes les dijeron que venían del norte (aludiendo a México). Pero Colón comprendió mal y creyó que se refería a Cuba. De este modo perdió la oportunidad de haberse encontrado con mayas y aztecas. Y pensar que Colón había permanecido en Jamaica casi todo el tiempo en cama, casi sin poder ver y profundamente adolorido por la gota (una artritis causada por la alta concentración de ácido úrico en la sangre) que padecía. Como sería que debió recurrir a su hijo Hernando para, en esos días, redactar las peripecias en su Diario.

[5] Quedando Colón sin su principal ayuda.
[6] La tripulación de su último viaje no había cobrado sus sueldos y lo presionaban para que mediara ante la Casa de contratación.
[7] Tomado de Cervantesvirtual
[8] Entre otras cosas andaba ocupado ante la inminente llegad de su hija Juana y del archiduque Felipe para ser coronados como reyes de Castilla.
[9] Tomado de Consuelo Varela en “El último viaje Cristóbal Colón” en la revista Historia de la Nacional Geographic, Número 29, página 104. En general he usado para este artículo esta fuente, desde la página 96 y hasta la 106.
[10] Un sagaz florentino.
[11] Hermana de su mujer portuguesa (Felipa)y madre de Diego, su hijo.
[12] Rodeado por su hijo Hernando, su concuñado Francisco Bardi y algunos criados.

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