El libro del Genesis, estudio, ensayo, crítica, Biblia, antiguo testamento, análisis, precedentes, inconsistencias, contradicciones, falencias.
Aunque el Genesis maneja fechas exactas dentro su lógica interna, a efectos de historicidad sabemos que son ficticias. Para no irnos de debate con la dispendiosa tarea de desciframiento de la cronología, baste con decir que hay variadas tesis pero nosotros nos quedaremos con el sistema masorético.
¿Cronología?
Empezamos con el año de la creación de Adán que sería el año 1 (Genesis 1:26-27), proseguimos con el nacimiento de Set en el año 130 (Genesis 5:3), de Noé en el 1.056 (Génesis 5:28) y de Sem en el 1.556 (Génesis 5:32). Viene a continuación el diluvio en el 1.656 (Génesis 7:6-11), el nacimiento de Teraj en 1.876 (Génesis 11:24) y de Abraham en 1.946. Posteriormente se menciona la migración de Abram en el 2.021 (Génesis 12:4) y la estancia de Jacob y sus descendientes en Egipto en el 2.236 (Génesis 47:9).
Estudio, análisis
Veremos, por los contundentes visos de léxico y demás detalles en los que se fijan los expertos biblistas, que puede ser clasificado este libro dentro de la tradición sapiencial, usando ideas míticas y elaboraciones mentales con ellas para sus propios fines. (Cf. Job 15:7-8 donde alude al primer hombre).
Encontramos gazapos literarios en la publicitada unicidad de los autores del Pentateuco, como la duplicación del relato de la creación, a lo cual podríamos añadir las dos descendencias de Adán (Genesis 4 y 5) o los dos relatos del diluvio mezclados (Genesis 6 y 9) o los dos pactos de Dios con Abraham (Génesis 15 y 17).
A la larga lista de inconsistencias también podemos agregar contradicciones internas como: creación al tiempo del hombre y la mujer (Genesis 1) frente a la posterior creación de la mujer, después del varón y de los animales (Génesis 2); Noé llevando una pareja de cada animal viviente en el arca[1] (Génesis 6:18-21) frente a él mismo seleccionando siete parejas de animales puros por uno de impuros (Génesis 7:1-5)[2]; en Génesis 7:6 sucede el diluvio y Noé ingresa al arca, pero en 7:10 se menciona que el diluvio tuvo lugar una semana más tarde; en Génesis 7:11 se retoma el comienzo del diluvio en el 7:13 se habla de la entrada de Noé en el arca.
Procedamos entonces, teniendo en cuenta que sin ser el primer libro escrito por los judíos fue puesto en primera línea debido a la necesidad de explicarles a sus fieles cómo comenzó todo, según su particular postura.
Así mismo dentro de la mentalidad aprendida a los sumerios (no olviden los lectores que la edición definitiva del Pentateuco fue elaborada después del exilio babilónico, por tanto sus copistas y redactores estaban imbuidos poderosamente por la educación recibida en Babilonia, Persia, etc..) el comienzo de alguna realidad física (un reinado, un año, la construcción de una casa, etc.), se ceñía al esquema mitológico de la creación respectiva, representando esa lucha entre procesos de orden y caos, pasividad y actividad.
Recuérdese que en la celebración del año nuevo entre los babilonios se re-leía el mito de la creación además del simbolismo reseñado.
Al hebreo no le interesa saber a qué se dedicaba Dios antes de involucrarse con la creación, a su manera de ver el mundo, solo le importaba saber de su relación con los hombres y su historia.La necesidad de enfatizar el presente orden social y político (el de la época de redacción) se vincula a la filosofía de la historia propia de su época: el pasado enseña y la labor de los descendientes es conservar el orden instaurado por nuestros mayores y de ser necesario restaurar el orden primitivo.
Modelos y patrones
El modelo literario seguido fue la epopeya de Atra-Hasis, «el sapientísimo», favorito de Ea, a través de copias cananeas o fenicias: Han sido creados los dioses, dentro de los cuales hay unos de orden inferior que sirven a los otros, de repente se rebelan y hacen huelga.
Ahí es donde se crea al ser humano, siete varones y siete hembras para reemplazar a los dioses rebeldes en las labores de culto. La superpoblación y el ruido generado por esta raza, obligan a los dioses a tomar medidas de control poblacional, determinando desastres cada 1.200 años, fracasando estas medidas se adopta la solución proverbial del diluvio.
Recordemos que allí, en un único conjunto se toca la creación de hombre, su reproducción, el castigo inflingido, el diluvio correspondiente y, por último el re-poblamiento de la tierra por intervención del personaje que da nombre al poema. Parecieran también manejar a fondo el poema de
Gilgamesh y los datos sobre «la planta de la vida» arrebatada por la serpiente. Para narrar cómo progresó la civilización, usó el modelo de los siete sabios antediluvianos conocido por Beroso[3] (contando ahora la historia de los siete descendientes de Caín).
Ahora, la modesta edad de los patriarcas (en comparación con los reyes antediluvianos de las crónicas sumerias, que en promedio vivían 28.000 años) es un tributo a la longevidad, no un dato exacto de los calendarios vividos, salvo que se multiplicaran sus años por 100 o por 1.000.
También hay paralelismos con los libros de
Hesíodo [4], donde con posterioridad al nacimiento de los dioses, aparecen los gigantes, nacidos de unión conyugal de la tierra y el cielo (Cf. Génesis 6:1-4), luego nacen los héroes y los inventores (Cf. Génesis 4:17-22), concluyendo con el periodo histórico, narrado como generación progresiva en cuatro edades: oro, plata, bronce y hierro.
La raza de oro era súbdita de Crono y no tenían que trabajar, comían frutos recogidos en el bosque y el baile y la risa eran su cotidianeidad. Con la raza de plata (metal de la luna) el número de años de vida llegaba a cien, vivían sometidos a las mujeres y eran pendencieros; jamás sacrificaban a los dioses: Zéus los destruyó a todos.
Vienen a continuación una primera etapa de bronce (por su armamento de este metal), que comían carne y pan, amaban la guerra y que fueron exterminados por la peste. Posteriormente vendría una segunda raza de bronce, más noble y generosa, engendrada por los dioses en madres mortales y que serían los héroes de la antigüedad. Por último una quinta raza, de hierro, degenerados y crueles, descritos como la raza actual (la de Hesíodo). Y así también los dioses, diosas y héroes, se disfrazan de humanos, ángeles o demonios.
Otro símil valedero ocurre con Helánico de Lesbos (finales del siglo VI) en su Deucalioneia: habla del primer hombre, Froneus, la historia del diluvio y del mundo después de él. Luego cuenta cómo este barco atracó en el monte Parnaso y Deucalión se convirtió en el progenitor de la humanidad restaurada, a partir de sus tres hijos (ancestros de Dorios, Jonios y Eolios).
En este libro se reitera la promesa de una gran extensión de Tierra para los herederos de la alianza, cosa que en la linealidad intrínseca del relato, se cumplirá con Moisés y Josué, conquistando Canaán: De este modo dio el Señor Dios de Israel toda la tierra que había prometido con juramento a sus padres que se le daría; y en efecto los israelitas la poseyeron y habitaron. Y les dio paz con todas las naciones del contorno, y ninguno de los enemigos osó resistirles, sino que todos se sujetaron a su dominio. Ni una sola palabra de todo lo que prometió darles quedó sin efecto, sino que todo se verificó puntualmente.[5].
Los tres hijos de Adán señalan el camino a los tres hijos de
Noé que re-fundarán el género humano luego del diluvio (si el modelo funciona, el modelo se repite).Hubo un prototipo de creación, bueno, pues ahora empezaría otro siguiendo parámetros afines.
[1]Vista como símbolo del principio generativo femenino (la matriz en la tierra y la luna en el cielo)
[2] ¿Entró dos veces al arca bajo distintos parámetros? ¿Corresponde a dos redacciones distintas? ¿Quizás la última corresponda a un redactor Deuteronómico quien ya habla de animales impuros?
[3] En su Babyloniaka, escrito durante la época helenista por encargo de Antíoco I, relaciona, a semejanza del Génesis los orígenes del mundo con su propia era arcaica. Para él la época antigua tuvo 10 reyes antes y después del diluvio
[4] Intenta sistematizar los mitos existentes en su tiempo siguiendo la línea popular, que tal vez no analiza el desarrollo del mundo y se propone ante todo demostrar la omnipotencia de Zéus... Una conclusión inicial de estos escritos nos da a entender que su redactor no fue original en sus relatos sino que juntó posiblemente dos o más versiones existentes en su tiempo, cosa que se refleja en las reduplicaciones y, en, por ejemplo, la inconsistencia de autor cuando irrumpe Eros en la primera fase de nacimientos (quizás para darle una explicación sexual y antropomorfa, en el siguiente estadio) y no contribuye directamente en las otras gestaciones como uno supondría: varios dioses engendran solos, sin amor. En sus escritos podríamos rastrear reacciones a las especulaciones teológicas de los pueblos de medio oriente, caso concreto en los mitos sobre la primera mujer y cómo vinieron al mundo el pecado y el mal. Es descollante su idea que todo, hasta los dioses tuvieron un origen.
[5] Josué 21:41-43(TE-2000)
Ediciones 2017-202-21
Comentarios
Publicar un comentario