Clases de argumentos que existen: sólidos, débiles, aparentes, lógica, filosofía

Clases de argumentos-que existen-sólidos-débiles- aparentes-logica-filosofia. Vamos a ver las clases de argumentos existentes, en el siguiente resumen de estudio.
Podríamos hablar de argumentos sólidos y argumentos débiles. Un argumento sólido es aquel donde las premisas son verdaderas y las conclusiones se derivan lógicamente de esas premisas. En caso contrario hablamos de un argumento débil.

Veamos cinco tipos de argumentos:
1- ) Las premisas son verdaderas y la conclusión se deriva lógicamente de ellas. Todos los perros son mamíferos. Chacho es un perro. Luego, chacho es un mamífero. El argumento es sólido y válido. 
2- ) Por lo menos una de las premisas es falsa, pero la conclusión se deriva lógicamente de las premisas. Todas las abejas son asesinas.
Maya es una abeja. Luego Maya es una asesina. El argumento es débil pero válido. Pero ojo: la primera premisa no es verdadera, de ahí que el argumento no sea acertado. 
3- ) Las premisas son verdaderas pero la conclusión no se deduce lógicamente de ellas. Todos los hominidos son mamíferos. Tonto es un mamífero. Luego, Tonto es un hominido. Este argumento es débil e inválido. Tonto podría ser un mono, ballena o un perro y aún así sería mamífero. 
4- ) Al menos una de las premisas es falsa y la conclusión no se deriva bien. Todos los insectos son peligrosos. Josemiel es peligroso. Luego, Josemiel es un insecto. Este argumento es débil e invalido; es débil porque su primera premisa es falsa, e invalido porque la conclusión no se deriva lógicamente de las premisas… (¿Qué tal que Josemiel fuera una serpiente?) 
5- ) Al menos una de las premisas es falsa, pero la conclusión está bien derivada. Todo ser humano es un animal. Casi todos los animales pueden trepar a las palmas. Luego, casi todo ser humano puede trepar a las palmas. Si bien la conclusión es verdadera (así solo sea una coincidencia; para demostrarlo, cambie “ser humano” por “ballena”), el argumento es débil e inválido.
...

ARGUMENTOS APARENTES

Sería largo dar una lista razonablemente completa de los que podrían calificarse de tipos de "argumentos lícitos" o argumentos aparentes, de carácter más o menos "retórico"; nos limitaremos a mencionar algunos.
  • Argumento mediante analogía (no un concepto riguroso de analogía sino un concepto laxo).
  • Argumento basado en la "autofagia" (consistente en indicar que lo que se dice acerca de una doctrina no se aplica a la doctrina — como uno de los argumentos dirigidos contra la noción positivista de verificación).
  • Argumento de autoridad (especialmente efectivo cuando la autoridad invocada mantiene en otros respectos, opiniones opuestas a las del argumentador)[1].
  • Argumento fundado en un caso particular (que se supone típico, aunque a veces no lo sea, o sea difícil determinar si lo es).
  • Argumento por consecuencias (cuando se derivan consecuencias que se suponen inadmisibles, particularmente en la esfera moral, pues de lo contrario tenemos el tipo lógico-formal de la reductio ad absurdum).
  • Argumento a pari (por el cual se procura aplicar una opinión o disposición a otra especie del mismo género). Razón irrelevante, non sequitur (no sigue).
  • Argumento a contrario (por el cual se procura no aplicar una opinión o disposición a otra especie del mismo género).
  • Argumento del dilema.
  • Argumento etimológico (en el cual el sentido de un término o expresión supuesto más originario es considerado como el sentido capital o verdadero).
  • Argumento a fortiori.
  • Argumento por el ridículo (donde se supone que ridiculizar la opinión de un interlocutor constituye un argumento contra ella).
  • Argumento por lo superfetatorio (donde se rechaza una opinión por considerar que las consecuencias implícitas o explícitas de lo afirmado son innecesarias).
  • Tu quoque: Frase latina que significa “tú también” (pasar la responsabilidad a otro, transferir la culpabilidad).
  • La respuesta-pregunta: cuando en lugar de responder específicamente una pregunta, el interrogado contesta con otra.
  • Argumento ad baculum o apelación a la fuerza. (¿Quién detenta el poder siempre tien razón?).
  • Apelación a la ignorancia (argumentum ad ingnoratiam): si bien no se deben aceptat premisas sn prueba, pero la ausencia de las mismas no demuestra necesariamente que la premisa sea falsa, tan solo que temporalmente no hay una prueba para apoyar esa premisa.
  • Argumentum ad hominem [1] Argumentum ad veracundiam. Se cita una declaración u opinión de una fuente externa a fin de reforzar un argumento. El pronunciamiento o concepto de la fuente externa tal vez no sea pertinente al asunto específico de que se trata.
Hay variantes del argumento de autoridad: Por ejemplo, él lo dijo (ipse dixit). Se cita a a una autoridad o persona importante, pero olvidamos que la persona citada puede estar hablando fuera del renglón de sus conocimientos. La apelación al pasado también es un silogismo que apela a la autoridad, en este caso al pasado: La Biblia, una cita de Aristóteles, de Socrates, de Averroes, se emplea para apoyar alguna idea. Tales fuentes a menudo no son pertinentes y se usan fuera de contexto. Cualquier autoridad del pasado, incluso la biblia, puede apoyar casi cualquier posición que deseemos. Pero existe también la apelación vaga a la autoridad, como cuando decimo: “los doctores dicen…”. El argumento a priori es otro tipo de autoridad falsa, lo mismo que apelar a las vacas sagradas (ideas más veneradas de la civiliación). Aquí también caben los aforismos, las frases hechas, los lemas, proverbios y perogulladas. Pero tendemos a olvidar que por cada dicho que se ofrece para apoyar un argumento, puede encontrarse otro que exprese el punto de vista contrario. La verbosidad puede dar la impresión de autoridad, igual que apelr a la tradición o al precedente (Siempre lo hemos hecho así).
... Argumentum ad populum El argumento ad populum, es el culmen de las apelaciones emocionales; en este tipo de argumento se apela al populacho, a la turba, a la galería, abundando las generalizaciones, las frases hechas, los lemas, perogulladas, las palabras altisonantes y carentes de sentido y la glorificación de las masas. [1] [1] Bibliografia consultada: GULA Robert. Nonsense (Desatinos) . Editorial Norma Colombia 1982.
Argumentum ad ignorantiam. Un argumento ad ignorantiam es el que se halla fundado en la ignorancia (supuesta o efectiva) del interlocutor. [1] [1] Ferrater Mora José. Diccionario de Filosofía. Editorial suramericana Buenos Aires. Quinta Edición 1964. Argumento ad humanitatem Un argumento ad humanitatem es uno que se supone es válido para todos los hombres sin excepción. Tal argumento se considera, pues, como un argumento que va más allá de todo individuo particular y, en calidad de tal, como un argumento ad rem, es decir, según la cosa misma considerada. Argumento ad hoc Una idea, una teoría, un argumento ad hoc son los que valen solamente para un caso particular, generalmente sin tener en cuenta otros casos posibles.

Hipótesis ad hoc, epistemología


Hipótesis que se acepta sin ninguna confirmación experimental, por la sola finalidad de hacer coherente una teoría y evitar su refutación mediante la observación y la experimentación. Popper las llama estratagemas convencionalistas y, llevado por su refutacionismo, exige no salvar por su medio a una teoría. La metodología científica, no obstante, que se inspira en un refutacionismo menos radical, admite el recurso a las hipótesis ad hoc mientras no se las acepte sin contrastarlas. Este tipo de hipótesis forma parte del conjunto de hipótesis, hipótesis auxiliares y cláusulas ceteris paribus y otras que globalmente se ponen a prueba en una contrastación. LÓG. Falacia de la hipótesis ad hoc que se comete cuando en una argumentación se introduce una hipótesis auxiliar, o se modifica la inicialmente propuesta, con el único fin de evitar que se demuestre la falsedad de ésta, sin otra prueba razonable de la verosimilitud de la hipótesis que se introduce que su aptitud para salvar la hipótesis inicial. En la vida práctica, la aducción de circunstancias de mala suerte, conspiración social, etc., para justificar un hecho o una situación, supone el recurso a una argumentación falaz ad hoc. Digamos también, que es Locución latina y castellana. Para esto. Se emplea para significar que una cosa es adecuada para un objeto o fin determinados. Pero su uso más genérico indica que un nombramiento o designación (de juez, defensor, fiscal, tutor, curador, interventor, etc.) ha sido hecho para actuar en un caso concreto.
Ver también: ¿Que es premisa?; concepto de consecuencia lógica

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