Aire acondicionado
Intentemos hacer una historia del aire acondicionado, ese sistema que nos permite controlar la calidad del aire, la humedad y la temperatura en el hogar y la oficina.
En la antiguedad empleaban la evaporación como sistema refrigerante. Por ejemplo en la India colocaban esterillas de paja suspendidas y empapadas en agua, en las ventanas, para refrescar el aire entrante.
Un innovador, el sirio Heliogábalo, que fue emperador romano, hasta su asesinato en el palacio por cuenta de un guardia en el año 222 de nuestra era, durante una oleada de calor, decidió enviar a sus esclavos hasta los Apeninos para traer nieve, que sería transportada en carros tirados por burros y puesta en los jardines, de tal forma que mitigara el calor de sus invitados a cenar.
Durante el renacimiento italiano, Leonardo Da Vinci esbozó los planes para un fuelle de agua, un dispositivo de refrigeración con un tambor de aire, que ideó para el dormitorio de Beatrice, duquesa de Milán. El sistema ideado por Da Vinci requería el ingente esfuerzo físico de un sirviente que hacía mover el tambor, caminando sin descanso encima de él.
En 1800, los propietarios de una fábrica textil, enfriaron y humidificaron el aire y el ambiente de la fábrica, haciendo aspersión de agua, un concepto que había florecido en los comedores árabes durante la edad media.
En los Estados Unidos, entre 1830 y 1842, John Gorrie, un médico norteamericano, descubrió el principio mecánico para la refrigeración del aire, construyendo un aparato que haciendo lo anterior, contribuyera a bajar la fiebre de sus pacientes. Básicamente comprimía un gas y al ser enfriado lo enviaba por medio de bobinas que lo irradiaban. El tipo renunció a la práctica médica para experimentar con el frío mecánico e intentar comercializar sus inventos, obteniendo su primera patente de refrigeración mecánica en 1851. No obstante no se pudo lucrar de su invención pues la consecución de fondos para fabricar sus aparatos fue un fracaso.
En 1880 ingenieros norteamericanos, en el Teatro del Madison Square en Nueva York, mejoraron la comodidad de los asistentes, haciendo circular aire exterior a través de un filtro de gasa y cuatro toneladas de hielo.
Veinte años después, el ingeniero mecánico Willis Haviland Carrier, un empleado de la Buffalo Forge Company en Nueva York desarrolló el primer sistema de aire acondicionado para la Brooklyn’s Sackett-Wilhelms Lithographing and Publishing Company, una empresa de litografia que tenía problemas en sus impresiones por los cambios de humedad y de temperatura dentro de sus instalaciones.Su apartato, patentado en 1902, logró controlar la humedad por medio de tubos enfriados con agua a bajas temperaturas, que a su vez recibían aire propulsado por un ventilador para esparcir el frío por sobre las cabezas, antes que por el piso.
Cuatro años más tarde, ayudaría a la fábrica de algodón Chronicle, cerca de Belmont, que requerían de cierto grado de humedad para evitar la electricidad estática en sus tejidos. Uno de los socios de Carrier, el señor Stuart W. Cramer, sería quien acuñaría el término air conditioning (aire acondicionado) durante un discurso en la National Cotton Manufacturers Association.
En 1907 Carrier y sus socios establecieron formalmente la empresa Carrier Air Conditioning Company of America. Para 1915 tomaría el nombre de Carrier Corporation para 1922 ya se encargaba del aire acondicionado del Graumann’s Metropolitan Theater en Los Angeles y más tarde instalarían un dispositivo semejante en la tienda por departamentos J. L. Hudson’s de Detroit.
Antes que extenderse su concepto a los hogares, inicialmente el furor del aire acondicionado caló hondo en hacer el ambiente laboral muy agradable; por tanto, panaderías, fábricas y tiendas la adoptaron rápidamente. Para hoteles, grandes almacenes y Teatros, Carrier inventó un enfriador centrífugo que se adaptaba a las grandes superficies. A nivel residencial, patentaría la Weathermaker, un modelo desarrollado en 1928.
Dos años más tarde, el aire acondicionado ingresaría al Capitolio de los Estados Unidos, La Biblioteca del Congreso, La Corte Suprema, la Casa Blanca, el Kremlim en Rusia y unos 10.000 hogares.
La publicidad ayudó a que el concepto se expandiera rápidamente. Para la feria Mundial de Nueva York en 1939, dentro de un enorme cono llamado el Igloo del mañana, Carrier persuadía a 4 millones de asistentes de las bondades de su producto.
Lo demás han sido mejoras y ajustes sobre la idea de estos señores.
Para 1952, Carrier introduce un central home system y esas mejoras, junto a ventajas como el poco ruido que se hacía y la placidez de sus bondades de microclima hizo que el aire acondicionado se masificara tremendamente.
En la antiguedad empleaban la evaporación como sistema refrigerante. Por ejemplo en la India colocaban esterillas de paja suspendidas y empapadas en agua, en las ventanas, para refrescar el aire entrante.
Un innovador, el sirio Heliogábalo, que fue emperador romano, hasta su asesinato en el palacio por cuenta de un guardia en el año 222 de nuestra era, durante una oleada de calor, decidió enviar a sus esclavos hasta los Apeninos para traer nieve, que sería transportada en carros tirados por burros y puesta en los jardines, de tal forma que mitigara el calor de sus invitados a cenar.
Durante el renacimiento italiano, Leonardo Da Vinci esbozó los planes para un fuelle de agua, un dispositivo de refrigeración con un tambor de aire, que ideó para el dormitorio de Beatrice, duquesa de Milán. El sistema ideado por Da Vinci requería el ingente esfuerzo físico de un sirviente que hacía mover el tambor, caminando sin descanso encima de él.
En 1800, los propietarios de una fábrica textil, enfriaron y humidificaron el aire y el ambiente de la fábrica, haciendo aspersión de agua, un concepto que había florecido en los comedores árabes durante la edad media.
En los Estados Unidos, entre 1830 y 1842, John Gorrie, un médico norteamericano, descubrió el principio mecánico para la refrigeración del aire, construyendo un aparato que haciendo lo anterior, contribuyera a bajar la fiebre de sus pacientes. Básicamente comprimía un gas y al ser enfriado lo enviaba por medio de bobinas que lo irradiaban. El tipo renunció a la práctica médica para experimentar con el frío mecánico e intentar comercializar sus inventos, obteniendo su primera patente de refrigeración mecánica en 1851. No obstante no se pudo lucrar de su invención pues la consecución de fondos para fabricar sus aparatos fue un fracaso.
En 1880 ingenieros norteamericanos, en el Teatro del Madison Square en Nueva York, mejoraron la comodidad de los asistentes, haciendo circular aire exterior a través de un filtro de gasa y cuatro toneladas de hielo.
Veinte años después, el ingeniero mecánico Willis Haviland Carrier, un empleado de la Buffalo Forge Company en Nueva York desarrolló el primer sistema de aire acondicionado para la Brooklyn’s Sackett-Wilhelms Lithographing and Publishing Company, una empresa de litografia que tenía problemas en sus impresiones por los cambios de humedad y de temperatura dentro de sus instalaciones.Su apartato, patentado en 1902, logró controlar la humedad por medio de tubos enfriados con agua a bajas temperaturas, que a su vez recibían aire propulsado por un ventilador para esparcir el frío por sobre las cabezas, antes que por el piso.
Cuatro años más tarde, ayudaría a la fábrica de algodón Chronicle, cerca de Belmont, que requerían de cierto grado de humedad para evitar la electricidad estática en sus tejidos. Uno de los socios de Carrier, el señor Stuart W. Cramer, sería quien acuñaría el término air conditioning (aire acondicionado) durante un discurso en la National Cotton Manufacturers Association.
En 1907 Carrier y sus socios establecieron formalmente la empresa Carrier Air Conditioning Company of America. Para 1915 tomaría el nombre de Carrier Corporation para 1922 ya se encargaba del aire acondicionado del Graumann’s Metropolitan Theater en Los Angeles y más tarde instalarían un dispositivo semejante en la tienda por departamentos J. L. Hudson’s de Detroit.
Antes que extenderse su concepto a los hogares, inicialmente el furor del aire acondicionado caló hondo en hacer el ambiente laboral muy agradable; por tanto, panaderías, fábricas y tiendas la adoptaron rápidamente. Para hoteles, grandes almacenes y Teatros, Carrier inventó un enfriador centrífugo que se adaptaba a las grandes superficies. A nivel residencial, patentaría la Weathermaker, un modelo desarrollado en 1928.
Dos años más tarde, el aire acondicionado ingresaría al Capitolio de los Estados Unidos, La Biblioteca del Congreso, La Corte Suprema, la Casa Blanca, el Kremlim en Rusia y unos 10.000 hogares.
La publicidad ayudó a que el concepto se expandiera rápidamente. Para la feria Mundial de Nueva York en 1939, dentro de un enorme cono llamado el Igloo del mañana, Carrier persuadía a 4 millones de asistentes de las bondades de su producto.
Lo demás han sido mejoras y ajustes sobre la idea de estos señores.
Para 1952, Carrier introduce un central home system y esas mejoras, junto a ventajas como el poco ruido que se hacía y la placidez de sus bondades de microclima hizo que el aire acondicionado se masificara tremendamente.
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