Academia platónica, historia, características, filosofía, que era

Academia platónica, historia, características, filosofía, que era, resumen, estudio, ensayo, definición, significado, Atenas, La escuela fundada por Platón recibió el nombre de Academia por estar situada en los jardines consagrados al héroe ateniense Academos[1]. Su principal función oficial pareció ser el culto de las musas, pues una escuela filosófica ateniense debía ser en principio una comunidad destinada al culto, un (Diógenes Laercio, III 25), con sacrificios regulares o comunes.

Pero junto al culto o en torno a él se desarrolló una intensa actividad filosófica y científica — esta última especialmente en las esferas de la matemática, la música, la astronomía y la división y clasificación, todas ellas consideradas, al menos por Platón, como propedéutica para la dialéctica.
La Academia platónica no puede ser considerada como una Academia en sentido moderno (W. Jaeger), pero aunque algunos autores (E. Howald) han reducido las actividades de la misma a las del culto, esta tesis ha sido considerada como muy exagerada (K. Praechter, H. Cherniss). Importante era, en efecto, en la Academia la actividad pedagógica, que se manifestaba en forma de lecciones y de diálogos. Hay que observar que la Academia platónica —y también en este respecto hay notables diferencias entre ella y el Liceo aristotélico— irradiaba influencia, cuando menos en la época de Platón y gracias en gran parte a su personalidad, no solamente en el terreno religioso, moral y científico, sino también en el político.
La Academia platónica tuvo larga vida. De hecho, persistió hasta el año 529, en que fue cerrada por decreto del emperador Justiniano, aunque, conviene advertir, por motivos religiosos más bien que filosóficos, pues el platonismo siguió influyendo considerablemente en la filosofía bizantina. Ahora bien, la persistencia de la Academia no significa que hubiese habido en ella continuidad filosófica, ni siquiera que hubiese habido acuerdo entre los escolarcas o los miembros de la escuela con respecto a las enseñanzas de Platón, aun las más fundamentales, como la teoría de las ideas. Las críticas de Aristoteles a Platón permiten advertir claramente estas discrepancias. Puesto que, como lo ha mostrado Harold Cherniss, Aristóteles no se basó para sus críticas en supuestas lecciones orales de Platón, hay que suponer, o bien que se trata de una interpretación sui generis del Estagirita, o bien, como parece más probable, de una crítica de la elaboración de la doctrina de Platón por parte de los más inmediatos discípulos de éste. Ahora bien, estos discípulos parecieron alejarse considerablemente del platonismo.

Así, ya el primer escolarca sucesor de Platón, su sobrino Espeusipo, rechazó la teoría de las ideas. Conocemos la sucesión de los escolarcas principalmente por medio de la Crónica de Apolodoro (Fasti Apollodoreí), y hemos dado una lista de los mismos según aparece en Ueberweg Praechter (de acuerdo con las investigaciones de K. Zumpt, E. Zeller,S. Mekler y F. Jacoby) en el artículo Escolarca. Esta lista comprende, sin embargo, también varios filósofos neoplatónicos. Ahora bien, es costumbre excluir a estos filósofos de lo que se considera como el período "clásico" de la Academia platónica, el cual comprende desde Platón hasta Teomnesto de Naucratis. En el presente artículo nos limitaremos a este período y dividiremos, de acuerdo con la tradición, la Academia en tres períodos: Academia antigua, Academia media (o segunda Academia], Academia nueva (o tercera Academia).
Los límites entre las dos últimas son imprecisos. Además, algunos consideran el período iniciado por Filón de Larisa como una cuarta Academia, llamada asimismo Academia novísima. En cuanto a otros aspectos de la tradición platónica en un sentido más general, los exponemos en el artículo Platonismo. Los principales representantes de la Academia antigua son Espeusipo, Jenócrates, Heráclides Póntico, Polemón, Crates y Crantor. Como figuras menores podemos mencionar a Hermodoro y a Kion o Jion. De los artículos dedicados a los primeros pueden deducirse las tendencias principales que dominaron en la Academia durante este período: ideas pitagorizantes, afirmación de que la percepción proporciona también conocimiento, investigaciones sobre los grados del saber, mezcla de rasgos ascéticos con otros hedonistas (como en Polemón y Crantor), ciertas tendencias que aproximaron algunos académicos (por ejemplo, Crates), al cinismo. El principal representante de la Academia media es Arcesilao. Como figuras menores podemos mencionar a Laquides, Telecles, Euandro y Heguesino. Característico de este período es el anti-dogmatismo y el escepticismo moderado en la teoría del conocimiento. Los principales representantes de la Academia nueva son Carnéades y Clitómaco. Este período no se distingue sustancialmente del anterior en cuanto al contenido filosófico, pero agrega al anti-dogmatismo el probabilismo. Los académicos medios y nuevos polemizaron frecuentemente contra el estoicismo. A veces se incluye entre los académicos nuevos a Filón de Larisa y a Antíoco de Ascalón, pero, como hemos visto en los artículos sobre los mismos, su inclinación hacia el dogmatismo moderado (que consideraban más fiel al espíritu y a la letra de Platón), hacia un entendimiento con los estoicos y hacia el eclecticismo, hace que a menudo se consideren como miembros de la llamada Academia novísima. Desde esta época, la filosofía de la Academia se bifurca en dos direcciones. Por un lado, hacia el neoplatonismo, en particular de los que se considera como precurso-res de esta tendencia. Por otro lado, hacia lo que podría llamarse el platonismo ecléctico. Este último tiene una relación estrecha con el eclecticismo de Antíoco de Ascalón, y consiste en un esfuerzo por armonizar las ideas platónicas con las peripatéticas y las estoicas, un fuerte interés por la mística pitagorizante y una frecuente inclinación hacia la discusión de problemas teológicos. Representantes principales de esta tendencia son Eudoro de Alejandría, Plutarco de Alejandría. Teón de Esmirna, Albino, Nigrino, Nicostrato, Ático, Celso, Máximo de Tiro, Severo. Los artículos dedicados a estos pensadores permiten ver cuáles fueron sus principales problemas y sus más características doctrinas. [2] 
Véase también Academia florentina.
[1] «Nombre dado a la escuela que, en el año 387 a.C., a la vuelta de su primer viaje a Sicilia, fundó Platón en las afueras de Atenas, junto al parque del santuario dedicado al héroe Akádemos. La Academia, consagrada a las Musas y a Apolo, y dedicada al cultivo de las matemáticas y la dialéctica, en oposición a la escuela retórica de Isócrates fundada en el 391, fue el centro de las enseñanzas de Platón y del platonismo. En el frontispicio, según se dice, figuraba la leyenda: «Nadie entre aquí si no es geómetra». Su programa de estudios se acomodaba probablemente al que se refleja en República (libro VII), al tratar Platón de la formación de los filósofos, y se llevaba a cabo mediante diálogos, debates, discusiones y lecciones tanto de Platón, como de discípulos aventajados y personalidades famosas que pasaban por Atenas. 
Después de Platón, fueron escolarcas famosos de la Academia: Espeusipo, sobrino de Platón (347-338), Jenócrates de Calcedonia, el primero que dividió la filosofía en física, ética y lógica (338-314), Polemón de Atenas (314-269) y Crates de Atenas (269-264). A esta época pertenecen Eudoxo de Cnido (400-347) y Heráclides Póntico (390-310), grandes astrónomos miembros de la Academia. Con Arcesilao de Pitanes se inicia el período escéptico de la Academia (Academia media), cuyo exponente principal fue Carneades de Cirene (Academia nueva). Filón de Larisa, hacia 110, introduce el eclecticismo en la que se denomina la IV Academia. Perduró como exponente más o menos fiel de la tradición platónica hasta el año 529 DC., cuando el emperador Justiniano mandó clausurar todos los centros de enseñanza no cristianos». 
Diccionario de filosofía en CD-ROM. Copyright © 1996. Empresa Editorial Herder S.A., Barcelona. Autores: Jordi Cortés Morató y Antoni Martínez Riu. [2] Ferrater Mora José. Diccionario de Filosofía. Editorial suramericana Buenos Aires. Quinta Edición 1964

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